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Una higiene adecuada es indispensable para el rejuvenecimiento facial.

La limpieza facial es un procedimiento en el cual se eliminan los residuos de maquillaje, impurezas y células muertas. De esta manera, se ayuda a mejorar progresivamente la apariencia de la piel, dándole un aspecto más saludable y luminoso.

La piel del rostro es la más expuesta a los agentes ambientales, estos factores la llenan de impurezas y la vuelve más vulnerable a envejecer de forma prematura. Es importante establecer una rutina y, entre cada rutina, usar un exfoliante facial, ya que este se encarga de remover todas las células envejecidas de la piel.

Beneficios de la limpieza facial

Existen algunos beneficios al realizar una limpieza facial diaria:

  1. Permite la oxigenación de la piel.
  2. Los productos que apliquemos posteriormente como cremas, geles, ya sea para rejuvenecimiento facial o control de la secreción de grasa, van a ingresar mejor en la piel.
  3. Retrasa la aparición de arrugas y líneas de expresión.
  4. El exfoliante facial permite pulir y, por tanto, lucir un rosto más luminoso.
  5. La limpieza facial disminuye también la apariencia de cansancio dejando más suave y tersa la piel.
  6. Finalmente, con una buena limpieza facial, el maquillaje luce mejor.

 Limpieza facial casera paso a paso:

  1. Higienizar el rostro

El primer paso para comenzar con la rutina de limpieza facial es higienizar el rostro a profundidad, para ello, es importante tener un gel limpiador. Es importante que sea facial, ya que el ph de la piel del rostro es distinto al del cuerpo. Segundo, debes identificar tu tipo de piel (grasa, mixta, seca) para que el limpiador esté enfocado a tus necesidades.

Aplicamos el jabón con las yemas de los dedos con movimientos circulares de forma ascendente, de esta manera eliminamos todas las impurezas que el rostro acumula durante todo el día. Este paso lo realizamos todos los días.

  1. Aplicación del exfoliante facial

 La función del exfoliante facial es eliminar cualquier residuo de suciedad que no se haya conseguido eliminar por completo en el paso anterior. La manera de aplicar el exfoliante facial es muy fácil, solo debes humedecer el rostro y aplicar una pequeña cantidad en la mano, frotar en la frente, luego hacia los contornos de la cara, mejilla, nariz y barbilla. Siempre con movimientos circulares, sin presionar mucho para no irritar la piel. Este procedimiento se realiza únicamente una vez por semana.  Si no dispones de un exfoliante facial comercial, puedes preparar uno casero mezclando: una cucharadita de azúcar + una cucharadita de gel limpiador.

  1. Abrir poros y extracción

Para abrir los poros es necesario humedecer el rostro en vapor, ya que el calor logrará dilatarlos y preparar la piel para realizar la extracción luego. Para ello, solo debes poner a hervir agua. Cuando esté lista, apaga el fuego y acerca el rostro por unos 10 minutos; puedes colocar una toalla encima para evitar que se escape el vapor.

Transcurrido este tiempo, tu piel estará lista para extraer los puntos negros y espinillas. Recuerda siempre lavar bien las manos antes para evitar infecciones y presiona siempre con las yemas de los dedos envuelta en una gasa antiséptica nunca con las uñas para no lacerar la piel. Este procedimiento no es obligatorio, si deseas puedes omitirlo y asistir una vez al mes a un centro especializado para realizarte una limpieza facial profunda.

  1. Colocar el tónico

El tónico es uno de los productos más esenciales en una rutina de limpieza facial, ya que vuelve a cerrar los poros luego de la extracción, además es regulador del ph y absorbe el exceso de grasa en la piel. De esta manera, permite que la piel luzca más limpia, luminosa y estimula el rejuvenecimiento facial. Para su aplicación, solo humedece un poco en algodón con pequeños toques, o rocíalo directamente cerrando los ojos. Este procedimiento también se lo realiza todos los días

  1. Aplicar una mascarilla

Para finalizar la rutina de limpieza facial es necesario hidratarla, usualmente luego de realizar la extracción, la piel está un poco enrojecida, así que nutrirla es fundamental para regenerar el cutis y promover el rejuvenecimiento facial.

Hay dos opciones: puedes aplicar una mascarilla comercial (es decir, comprada) o prepararla de forma casera. Una excelente mascarilla casera para regenerar e hidratar la piel es el aloe vera, que se encuentra en la hoja de la sábila. Para prepararla solo necesitas retirar la sábila que es como un gel de la hoja y colocarla en un recipiente. Déjalo unos minutos en la refrigeradora, luego aplícalo en el rostro por 20 minutos y enjuaga. Esta mascarilla la puedes realizar aplicar una o dos veces por semana.

Por Andrea Calle
Nutricionista y dietista
Instagram: nutricionista_andreacalle

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