Compartir:

La anorexia nerviosa, al igual que otros trastornos de la alimentación, puede tomar el control de tu vida y volverse muy difícil de sobrellevar.

La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario que se presenta frecuentemente en adolescentes, se caracteriza por una percepción distorsionada de la imagen corporal en la cual existe un esfuerzo continuo por adelgazar, es decir, la persona restringe el consumo de alimentos para lograr bajar de peso.

Para las personas con anorexia es muy importante controlar su peso e imagen corporal haciendo cosas que ponen en peligro su vida de manera significativa, puede presentarse de manera leve y transitoria o grave y persistente, por lo que es necesario detectar a tiempo síntomas como:

  • Pérdida de peso excesiva
  • Fatiga
  • Insomnio
  • Deshidratación
  • Ausencia de menstruación
  • Erosión dental y callosidades en nudillos por provocación de vómitos
  • Recuento anormal de células sanguíneas
  • Conteo de calorías
  • Pesar la comida
  • Esconder y botar la comida
  • Consumo de laxantes y diuréticos
  • Depresión
  • Hacer ejercicio en exceso

 

 

Conociendo más este serio problema

Este trastorno, en realidad no se trata de la comida, juega un rol muy importante la salud mental, es decir la percepción que se tiene de uno mismo y su autoestima. En la adolescencia es muy común el bullying, por lo que los padres deben tener en cuenta si a sus hijos les hacen o ellos hacen bromas a otros adolescentes sobre la imagen corporal, ya que aquellos que no están fuertes emocionalmente pueden verse afectados y empezar a tener una mala relación con los alimentos.

No hay una causa exacta que detone este trastorno pero influyen ciertos factores biológicos como cambios genéticos y ciertas tendencias al perfeccionismo, sensibilidad y perseverancia que están vinculadas con la anorexia, también factores psicológicos como una personalidad obsesiva compulsiva que facilita privarse de comer aunque tengan hambre y tienden a tener altos niveles de ansiedad, por último factores del entorno como la cultura moderna que resalta la delgadez y ciertas características de la imagen corporal que se toman como “ideales” cuando en realidad la salud no está determinada solo por el peso.

 

 

Tratamiento nutricional de la anorexia nerviosa

El tratamiento debe incluir la intervención de un equipo médico y es indispensable la ayuda psicológica y nutricional para la persona y su familia, ya que es necesario acompañarla en todo el proceso de cambio de hábitos.

Al inicio se requiere mejorar el estado general y la tolerancia de la ingesta de los alimentos, también el aumento de peso es de 500 g a la semana con 30-40 kcal/kg/día. Por lo tanto, hay que mantener un adecuado soporte nutricional y cubrir las necesidades nutricionales de la persona junto con una suplementación dietética hipercalórica al inicio del tratamiento y también monitorear el calcio en caso de rechazo de lácteos, hierro en caso de personas vegetarianas y/o con exceso de ejercicio físico, zinc por baja ingesta de carne y/o con exceso de ejercicio físico, tiamina y ácido fólico en caso de personas con abuso de ingesta de alcohol, vitamina D si hay rechazo a lácteos y baja exposición solar y arginina según la concentración plasmática.

La ganancia de peso mediante la alimentación normal se considera como el componente más importante en el tratamiento de la anorexia nerviosa.

Tengamos claro

En conclusión todos los esfuerzos por ayudar a la persona con anorexia en su recuperación requieren de constancia, paciencia y mucho amor, ya que hay que cuidar el aspecto emocional de forma individualizada porque cada caso es distinto y es importante evitar forzar a la persona sino saber acompañarla y apoyarla en su proceso con las mejores herramientas, sin embargo, la sociedad crea conceptos de una imagen corporal perfecta que no existen basándose en el peso, que pueden afectar mucho a la autoestima de las personas al punto de sacrificar su salud para cumplir ciertos estándares. No olvidemos que el valor de cada persona está en su interior, no en su imagen.

 

 

Escrito por: Melissa Coto, Nutricionista. IG: melcoto_

 

Compartir: