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En esta ocasión compartimos 12 virtudes que debes trabajar si tu deseo es llegar a ser una mejor persona.

¿Quieres ser mejor persona? En las Sagradas Escrituras encontramos la guía para conocer las virtudes que debes fortalecer si buscas ser un mejor cristiano. Por ello, reunimos algunas citas Bíblicas que pueden ser el inicio de un trabajo interior.

 

 

FE

«Les aseguro que, si tuvieran fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrían decirle a esta montaña: ‘Trasládate de aquí para allá’, y se trasladaría. Para ustedes nada sería imposible» (Mateo 17, 20).

La primer virtud en la que debemos mejorar es en nuestra creencia en Dios. Entre más fuerte sea, más fácilmente podremos encontrar lo que el Señor quiere para nuestras vidas.

CARIDAD

«Porque tuve hambre, y me dieron de comer; tuve sed y me dieron de beber; era un extraño, y me hospedaron» (Mateo 25, 35).

Es importante recordar que Jesús está en el prójimo. Por lo que cada acto que realicemos con alguno de nuestros hermanos, se lo haremos a Él.

 

 

PRUDENCIA

«El simple todo lo cree, pero el prudente mira bien sus pasos» (Proverbios 14, 15).

Ser conscientes de las acciones que estamos cometiendo es saber ser prudente; no actuar bajo los impulsos del corazón, sino por la razón del conocimiento.

FORTALEZA

«El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a libertar a los oprimidos y a proclamar un año de gracia del Señor» (Lucas 4, 18).

Para fortalecernos no necesitamos otra cosa más que la fuerza de Cristo. Pidamos que nos aumente la fuerza de nuestro amor para poder ser aquellos apóstoles que Él busca.

JUSTICIA

«No nos cansemos de hacer el bien, porque si no nos desanimamos, a su tiempo cosecharemos» (Gálatas 6, 9).

En nuestra actualidad podemos ver injusticias por todos lados; sin embargo, ese no debe ser un motivo para dejar de ser justos en toda situación de nuestra vida. Ser un ejemplo católico ante Dios y los demás.

 

 

GOZO

«Tú cambiaste mi luto en danzas, me quitaste la ropa de duelo y me vestiste de fiesta; por eso te canto sin descanso: Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre» (Salmos 31, 12-13).

Nuestro Dios nos creó para transmitir la felicidad de su mensaje. Hay que ser capaces de disfrutar las vivencias de nuestra cotidianidad y agradecer por aquellos momentos.

PAZ

«Dichosos los que construyen la paz, porque Dios los llamará sus hijos» (Mateo 5, 9).

Un buen católico antes de buscar pelea, tiene como objetivo ser puente entre los demás. No seamos provocadores de disturbios, mejor busquemos formas de hablar de Dios de forma amorosa.

PACIENCIA

«Pero si esperamos lo que no vemos, estamos aguardando con perseverancia» (Romanos 8, 25).

Cada vez es más difícil ser pacientes en una sociedad que busca la inmediatez, pero nosotros debemos ofrecer nuestra espera para que cuando Dios nos entregue lo que buscamos, sepamos ponerlo a su servicio.

 

 

BONDAD

«Que el amor entre ustedes no sea hipócrita; aborrezcan lo malo y pónganse de parte de lo bueno» (Romanos 12, 9).

Ser bondadosos con el otro es esencial para ser repartidores de la verdad de Dios, debido a que nosotros, al reflejar nuestro cariño, podemos ser pequeños Cristos por el mundo.

FIDELIDAD

«No dejes que se retiren de ti el amor y la fidelidad; átalas a tu cuello, grábalas en tu corazón; así tendrás aceptación y éxito ante Dios y ante los hombres» (Proverbios 3, 3-4).

El que le es fiel a Dios, le es fiel a uno mismo. La lealtad es una de las virtudes que más hacen falta en la actualidad, por lo que al ser fieles a nuestras creencias lograremos cosas maravillosas.

MODESTIA

«Y eso que, si quisiera enorgullecerme, no estaría diciendo impertinencias, sino la pura verdad. Pero me abstengo de hacerlo, para que nadie me considere por encima de lo que ve o escucha de mí» (2 Corintios 12, 6).

La mejor aliada para practicar la modestia es la humildad. Pidamos por la intercesión de los santos para nunca buscar engrandecernos por lo que somos; que busquemos ser sencillos en nuestra mentalidad u nuestro físico.

CASTIDAD

«Porque ésta es la voluntad de Dios: que vivan como consagrados a Él y huyan de la lujuria» (1 Tesalonicenses 4, 3).

La sexualización es muy común en la sociedad actual, con la promoción de la pornografía y relaciones fuera del matrimonio, pero debemos ser fuertes para combatir situaciones que sean flaquezas en nuestra devoción a Dios.

 

 

Escrito por: Yohana Rodríguez, vía Aleteia.

 

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