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Navidad es un tiempo para compartir y estrechar las relaciones entre las distintas generaciones en una familia.

Diciembre, es un mes lleno de emociones, que nos lleva a recordar y unirnos más a los que queremos. Sin duda alguna, Navidad es una época que trasciende en la vida de todos: llena de magia, olor a pinos, manzana y canela. En donde, tanto niños como adultos sueñan con fantasía, regalos, luces y cenas. Es el tiempo óptimo para planear los proyectos del próximo año y, sobre todo, para reencontrarnos con familiares; así que esta fecha es perfecta para escuchar los corazones denuestros seres queridos.

Volver a las raices

Es importante que los más jóvenes de la familia se acerquen a sus abuelos,..recordemos que los más grandes de la casa, anhelan este momento para poder abrazar y contar sus más lindas experiencias de la niñez. El tiempo evoluciona y las tradiciones cambian, no perdamos la oportunidad de conocer cómo se vivía la Navidad antes y de ver esa parte de la personalidad de los abuelos que no conocíamos.

En esta época que afloran emociones, refundámonos en ese maravilloso mundo navideño fortaleciendo los lazos de amor. Reconocer que los padres y abuelos son parte importante del nuestro núcleo, ayuda a tomar conciencia del valor de la familia, de la importancia del diálogo, de la unión y de saber que, con quien más debemos contar y a quien más debemos apoyar, es a quienes están más cerca de nosotros.

 Tiempo de reconciliación

Aprovechemos este momento para limar asperezas y ofrecer disculpas. Abramos nuestro corazón y expresemos los sentimientos. Comunicarnos con los demás nos ayuda a reforzar la relación y de esta manera les hacemos sentir como seres valiosos dentro de la familia. Para los abuelos la Navidad siempre será el pretexto perfecto para abrazar los nietos y a los hijos un poco más de lo normal, por lo que no dejemos de darles todo el amor que ellos quieren darnos y recibir.

Las varias generaciones que conviven en la familia siempre tendrán algo diferente que compartir. Es aquí donde los más jóvenes pueden disfrutar de las historias y también contar sus experiencias. Y, por qué no, hacerlo alrededor de juegos que les permitan pasar un momento ameno y cálido con sus seres queridos.

Nuestro vínculo

Para muchos expresar ciertas cosas no es muy fácil, en especial para los adultos que son más tradicionales. Ante esto, los nietos y los hijos pueden escribir una carta expresándoles su amor y las cosas que más admiran de ellos. Esta es una excelente forma de llegar directamente al corazón. Las cartas pueden guardarlas y leerlas el próximo año, renovando y contrastando las cosas nuevas con lo vivido en el año. De esta forma se pueden crear nuevos lazos entre las distintas generaciones.

Agradecer por el amor familiar es una linda manera de ver que cada día tenemos cosas que valen la pena recordar. Repetir las tradiciones, las cenas, los doce deseos y cualquier costumbre propia de la familia, es una forma de validar y expresar el respeto hacia nuestros familiares. Así que en esta época disponerse a la unión y refundirse en la historia es la mejor manera de recibir la Navidad.

Intentémos que los más jóvenes lleven su mente a un estado diferente, donde prime la generosidad, el amor, los recuerdos de la niñez y los anhelos del mañana. Existen muchas cosas que son efímeras, pero los recuerdos de nuestros familiares durarán para siempre.

Por Psic. Carol Obando
Directora Centro internacional de PNL, coaching y psicología.

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