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¿Alguna vez has escuchado esta frase: «se me va a pasar el tren»? Si tu respuesta es sí, queremos que sepas que lo dicho puede ser erróneo.

Se me va a pasar el tren… Muchos crecemos con la idea de que hay una edad para casarse, un tiempo establecido. Y también creemos que, si no te casas, no puedes ser feliz.

Sin embargo, los tiempos y los procesos de cada persona son distintos. Aquí te damos algunos puntos importantes a considerar, para que una creencia errónea no te lleve, como en ocasiones pasa, a tomar una decisión equivocada.

 

 

El matrimonio no es una meta que alcanzar: es una vocación

El matrimonio es un llamado a la persona que eliges: es un llamado al amor, una entrega a quien se convertirá en tu compañero de vida para siempre. No es un estatus de vida o una meta que alcanzar.

Para saber si es la persona correcta, entonces, debes conocerla en profundidad. ¡No te apures por querer amoldarte a los tiempos que otros dicen que deberías cumplir! Por el contrario, enfócate en decidir bien, en conocer a tu pareja: ¿sabes qué anhelos, metas y deseos tiene?

No te cases por presión social

Muchos hombres y mujeres se casan sin siquiera estar seguros de lo que están haciendo. Sobre todo, lo hacen debido a la presión que ejerce la familia, o atendiendo a lo que el mundo dice que debes hacer para realizarte como persona.

¿De cuántos divorcios o separaciones tenemos noticias en nuestros tiempos? El problema de hoy en día se relaciona, justamente, con el hecho de que este tipo de decisiones son tomadas a la ligera. En muchas ocasiones, se ha perdido la noción del peso que tiene algo tan grande como el matrimonio; y, a la vez, se le adjudica excesiva importancia a factores externos o coyunturales, como la presión social y la opinión ajena.

 

 

No te cases por creer que “se te irá el tren’

Este consejo está más orientado a las mujeres. Es real que existe un reloj biológico, y que nuestro cuerpo tiene un tiempo perfecto para la procreación. Sin embargo, también es real que el matrimonio no es tarea fácil; de hecho (y más aun si pensamos precisamente en los hijos), con la persona equivocada, resulta casi imposible.

Encuentra a esa persona para ti, a su tiempo. No te presiones con alguien con quien no ves un futuro libre y feliz.

Los hijos son un regalo, fruto del amor: no un capricho o deseo

Casarte porque quieres tener hijos es de los peores errores que puedes cometer. Los hijos no son un capricho o un gusto personal: son una vocación completa, y es por eso que se recomiendan dentro del matrimonio. Porque el compromiso debe ser tal que se necesita de un equipo (la pareja) para poder llevar a cabo dicha misión.

Esperamos que estos tips te sirvan para tomar siempre las mejores decisiones, con la sabiduría de saber que cada cual tiene sus tiempos.

 

 

Escrito por: Los Nandos, vía amafuerte.com

 

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