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Ante peleas o discusiones con personas difíciles no puedes perder la calma y ponerte a su nivel. Conoce qué hacer ante ello.

Nadie está a expensas de vivir una situación en la que podamos enfrentarnos a ciertos desacuerdos u ofensas (peleas) hacia nosotros mismos, por ello, perder la paciencia ante una ofensa, ya sea en el trabajo, en la familia o con algún amigo, es muy sencillo.

Cuando ocurre esto, la situación puede desencadenar un ataque de ira e incluso puede ser muy desgastante pues se inicia un ambiente de agresiones verbales entre las personas involucradas en la discusión.

Seguramente te preguntarás ¿cómo mantener la calma ante estas situaciones?, ¿Cómo responder ante alguien que busca provocarnos para hacernos perder la paz?

La manera en la que reacciones es clave. Si bien, no puedes controlar lo que diga la otra persona -o su comportamiento- si puedes tener un buen manejo de tus emociones y acciones.

 

 

¿Cómo manejarte ante las ofensas y peleas?

La autora Bárbara Nerckhan, en su libro Defiéndete de los ataques verbales, comparte una serie de consejos que pueden ayudarte a mantener la calma, a no caer en provocaciones y, sobre todo, a mantenerte firme y respetuoso:

ESTADO DE ÁNIMO INDEPENDIENTE

Este es el primer paso para la autodefensa. Enfocarte en tu estado de ánimo te ayudará a no perder la calma. No permitas que tu estado de ánimo dependa de los demás.

«Siempre que nuestro humor y nuestros sentimientos dependen del trato que nos propinan otras personas, nos encontramos atrapados como peces en el anzuelo».

ESCUDO PROTECTOR

Crear un escudo mental ayudará a no tomar tan a pecho el comportamiento o actitud que tiene el otro hacia ti. Te ayudará a reconocer que las personas quizás estén pasando por un mal momento y por ello han perdido la calma.

Es como si fuera una cadenita: alguien que vive una situación desagradable lo pasa por medio de su actitud a otra persona, y así sucesivamente; por ello, debes cortar de raíz esos pensamientos inquietantes.

FRASE DE FONDO

La psicóloga Bárbara recomienda traer a tu mente una frase que suene de fondo mientras la otra persona intenta discutir contigo; ayudarán frases como «eso es cosa de los demás». «Eso no va conmigo» o «eso no me corresponde».

Escucha con paciencia y actúa de forma amable.

NEGOCIAR TENAZ Y RELAJADAMENTE

Las personas funcionamos con acuerdos, incluso en cada charla importante se fija un acuerdo en común. Por ello, puedes hablar con tranquilidad y fijar un acuerdo que funcione para ambos.

HABLAR SIN PERDER EL HILO

Muchos, al ver la actitud atacante del otro, comienzan a sentirse intimidados, lo que provoca que el nerviosismo aumente y entre a flote la inseguridad.

Cuando te enfrentes a esta situación: respira profundo y recuerda todos los pasos anteriores para que generes tu escudo protector y puedas expresarte ante el otro de manera adecuada.

MUESTRA TU SEGURIDAD

Recuerda que el lenguaje verbal transmite más de lo que piensas. Es importante mostrar seguridad no solo con tus palabras, sino también con tu postura.

Dice la autora que es importante asegurarte de mantener el contacto visual, no bajes los hombros.

Eso denotará que estás abierto al diálogo, pero mostrándote seguro y respetuoso.

 

 

Escrito por: Karen Hutch, vía Aleteia.

 

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