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«Todo lo que gano lo gasto muy rápido»… esta frase es muy común, pero tú puedes aprender a ser un ahorrador consciente.

Se sabe que el ahorro es un hábito que permite tener un respaldo financiero para el futuro, lo cual es muy importante cuando se presentan tiempos difíciles. Sin embargo, un concepto que toma cada vez más fuerza en la ciudadanía es el del ahorro consciente, que se diferencia del tradicional, principalmente porque, en lugar de considerar únicamente lo que sobre al final de todos los gastos mensuales, la persona elige incorporar en su presupuesto un valor fijo mes a mes para destinarlo al ahorro.

Normalmente, se percibe al ahorrador tradicional como quien busca la acumulación de un fondo como único fin. Por el contrario, el ahorrador consciente es quien toma decisiones en cuanto al consumo que realiza y, a más de trazarse un objetivo financiero, busca que la reducción del gasto/consumo se vea reflejado en esta acumulación a largo plazo. Es decir, mientras el primero acumula un remanente de sus ingresos, el segundo es más consciente de lo consume, para reducir a lo necesario, y así poder disponer de una mayor cantidad para el ahorro.

 

 

Guía para ser un ahorrador consciente

Para contribuir a un mejor entendimiento del tema, y a propósito del Día Mundial del Ahorro, que se conmemora en el mes de octubre, presentamos a continuación una guía básica del ahorrador consciente:

¿Por qué optar por el ahorro consciente?

En un mundo en el que la inmediatez motiva a las personas a adquirir las cosas en el momento, sin consideración alguna a posibles acontecimientos no planificados, el ahorro consciente es una alternativa que disminuye significativamente el riesgo de caer en un sobre endeudamiento, y por ende, en un deterioro de la calidad de vida.

Eventos como una enfermedad, un accidente, o una crisis económica, están fuera del control de las personas, pero para los que sí es posible estar preparados a través de este tipo de ahorro, que permitirá sortear mejor las dificultades que conllevan. Esto fue evidente en la pandemia, tanto a nivel individual como colectivo, pues aquellas personas que habían logrado ahorrar, tuvieron menos complicaciones que aquellos no tenían los fondos suficientes.

Una práctica común en la sociedad, ligada al bombardeo de publicidad orientada al consumo y el crédito de consumo, es el endeudamiento. Cuando nos endeudamos para obtener algo, estamos pagando capital e interés en el tiempo que pagamos dicha deuda.

Si se optase por el ahorro consciente, la persona no solo habría ahorrado el capital, sino todo el interés pagado a la institución con la que se adquirió la deuda. En otras palabras, quienes ahorren en busca de un objetivo, van a percibir mayor rentabilidad que aquellos que buscan únicamente la deuda como fin de crecimiento.

 

AHORRADOR CONSCIENTE 2

 

¿Qué criterios se deben considerar para ser un ahorrador consciente?

Para lograr que el ahorro consciente se convierta en una práctica habitual de las finanzas personales y familiares, es importante considerar los siguientes criterios:

Disciplina: La intención no es suficiente a la hora de ahorrar. La disciplina es fundamental para que esto no sea una actividad esporádica, sino sostenida. Solo así será posible la consecución de metas a mediano y largo plazo.

Planeación y establecimiento de metas: En base a sus ingresos, cada persona puede establecer cuál es el monto que se puede destinar al ahorro. Una vez determinada esa cantidad, hay que ser constante, pues la planificación debería incluir también el tiempo que tomará lograr el objetivo monetario planteado.

Evitar compras compulsivas: Un factor clave para ser ahorrador consciente es analizar si los gastos en los que se incurren son realmente necesarios. “Evitando esos gastos, se puede, más bien, fortalecer el monto de ahorro.”

¿Cómo potenciar el ahorro consciente en el Ecuador?

El crear una sociedad que priorice el ahorro, antes que el consumo desmedido, es una tarea que demanda el involucramiento del gobierno, de las instituciones financieras y del sistema educativo, sin dejar de lado a la familia, que es desde donde las nuevas generaciones replican los hábitos.

En el caso del Gobierno, el crear políticas que fortalezcan el ahorro facilitaría el acceso de las personas a productos y servicios de ahorro. Respecto al sistema educativo, que es uno de los creadores de hábitos, junto con la familia, están llamados a priorizar el enfoque en la necesidad de prever y planificar a mediano y largo plazo, como base para el ahorro.

En cuanto a las instituciones financieras, de acuerdo con el ejecutivo, el promover los servicios y volverlos más atractivos, y sobre todo, el proveer de educación financiera a sus clientes, potencializa el ahorro de los mismos. Ahora bien, aunque cada individuo tiene diferentes motivadores para escoger una institución financiera, la recomendación es que se elija una entidad que ofrezca lo siguiente: seguridad, autonomía y facilidad.

 

AHORRADOR CONSCIENTE 3

 

Escrito por: Francisco Nazati, Jefe de Banca Personas de Banco ProCredit.

 

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