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Hacer deporte en familia fortalece el vínculo entre padres e hijos y entre la pareja y aumenta el autoestima en tus hijos.

Estamos próximos a las vacaciones, y si bien son época de descanso y diversión, también puede ser la excusa perfecta para practicar alguna actividad física o deporte en familia. Dado que puede traer múltiples beneficios emocionales y físicos para los niños y sus padres.

Debemos tener en cuenta que a los niños desde los 6 meses a los 7 años no se les debe decir que realicen este u otro deporte. Para que no lo sientan como una obligación. Más bien podemos hablarles de “recreación”. De forma que a través del juego colectivo o individual, se traduzca en una actividad física provechosa para su desarrollo. Ya que esta a su vez, trae consigo una serie de beneficios no solo para el infante sino para toda la familia.

Recomendaciones de la OMS

Es importante que todos los niños a partir de los 5 años, realicen por lo menos 60 minutos diarios de actividad física. Ya sean rutinas deportivas intensas o moderadas. Las prácticas deportivas se pueden iniciar incluso antes de dicha edad, con una duración más corta (de 30 a 45 minutos).

No basta con que los niños solo hagan deporte, pues una vida saludable también depende de lo que ellos comen. De acuerdo a la Dra. Lilibeth Cadena, nutricionista especialista en salud y ejercicio físico “cuando el niño empieza a hacer ejercicio, no se cambia drásticamente la alimentación, sino que se adapta de acuerdo a los horarios de deporte y la edad del menor”.

Beneficios del deporte en familia

Si se realizan ejercicios en familia, tenemos muchos beneficios ya que, según el Dr. Luis Arboleda, deportólogo y cardiaco del Centro Médico Santa Elena de Manizales rehabilitador “se impacta la esfera biopsicosocial del niño y su referente familiar”. La recreación y la actividad física familiar abren procesos de socialización, diversión, comunicación asertiva y desarrollo físico. Estos se vinculan desde lo biológico hasta lo social, permitiendo desde la recreación socializar y comunicarnos. Además de otros beneficios como la prevención de enfermedades, la interacción social con otros niños y adultos y la ampliación de destrezas y habilidades.

Una correcta hidratación

Es importante consumir agua dos horas antes de iniciar la actividad deportiva, ya que la hidratación es indispensable. Se aconseja agua o jugo natural de fruta poco endulzado. Se puede iniciar con pequeños tragos espaciados. No es necesario ingerir todo el líquido y salir a correr porque el niño puede sentir náuseas o pesadez.

Durante la actividad la hidratación debe ser muy poca en los intervalos de descanso e igual con pequeños tragos. El líquido tiene que estar al clima, no muy frío, porque puede generar espasmos esofágicos. Terminada la rutina, podrá beber tanto líquido como quiera, pues el cuerpo pedirá lo que requiere.

Alimentarnos saludablemente en vacaciones

Las vacaciones suponen cambios en muchos hábitos y la alimentación no es excepción. Qué sucede cuando los chicos tienen mucho tiempo libre y están aburridos. El relax de vacaciones no tiene por que transformarse en pasividad ni en comida chatarra frente al televisor o pegados a equipos electrónicos.

Como padres tenemos el desafío de ser enseñar hábitos saludables y fomentar el ejercicio. Debemos transmitir conocimientos en nutrición y en ejemplificar con nuestro estilo alimentario en casa. Los padres somos los arqueros nutricionales de la familia. De hecho, se ha demostrado que el mejor predictor de consumo de verduras y frutas de los chicos es cuando los padres son consumidores de éstas: “padres activos y sanos tienden a tener hijos con los mismos hábitos, que pueden perdurar hasta la adultez”.

Podemos aprovechar las vacaciones para propiciar instancias de cocina con los chicos, preparar comida casera y que ellos se involucren en el proceso. Esto genera que ellos aprendan a comer más variado y saludable.

Beneficios físicos del ejercicio

Practicar deporte desde pequeños permite que los niños optimicen su desarrollo neuronal, neuromuscular y que controlen su talla y peso. Esto les permite desempeñarse de una manera muy positiva en otras áreas. Además, se previene el sobrepeso y la obesidad. El deporte, además, es vital para la prevención de enfermedades a futuro como la hipertensión arterial, la obesidad, las enfermedades coronarias, la diabetes, entre otras.

Buena salud a través del ejemplo

No hay que olvidar que una buena salud se logra a través del ejemplo, al inculcar hábitos saludables, alimentación sana y actividad física. Por eso, es importante que los padres motiven a diario a los niños a practicar algún deporte y, si la iniciativa parte del pequeño, apoyarlo en sus necesidades. “Somos los padres los encargados de enseñar con el ejemplo todo tipo de hábitos saludables y fomentar el deporte».

Al respecto, se recomienda la actividad física en familia. Algo tan básico como puede ser salir a respirar aire puro, caminar o jugar con una pelota en ambientes rodeados de naturaleza puede ser provechoso para la familia. Llegar a ejercitarse de forma dirigida tiene infinidad de impactos positivos. Recuerden que para vivir este tipo de experiencias los adultos solo necesitan tiempo, una pelota y ganas de compartir con sus hijos.

 

Por: Dra. Rosa Angélica Aguirre

Instructora de Método de Ovulación Billings

Msc. Nutrición y Alimentación

dra.raguirre@gmail.com

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