Hay programas de televisión donde se ridiculiza y agrede a la maternidad.
Me refiero a las “mamás” que los medios gringos pretenden imponer como estereotipo a través de sus muy exitosos y rentables reality shows, que desde hace años presentan a todo el mundo.
Princesitas, Dances Mom´s, Hijas del buen Pastor, Bring it!, Las reales amas de casa desesperadas (The Real Housewives of …), son algunos de los programas donde se ridiculiza y agrede a la maternidad y el importante papel de la madre en la sociedad.
Recordemos que en el reality Princesitas -uno de los primeros que aparecieron en la televisión- mostraba los concursos de belleza de niñas. Esta exposición sensualizada de niñas ya es terrible; pero ahora lo han empeorado, al girar su mirada hacia sus madres, presentándolas como retorcidas mujeres que usan a sus hijas para cumplir sueños, ganar dinero y fama.
Los realitys de baile “Dance Mom´s” -del cual hicimos un artículo en ediciones pasadas- y Bring it!, nacieron supuestamente para contar las experiencias de niñas y jóvenes bailarinas. Sin embargo, la verdad es que no es más que un show grotesco que presenta a las madres como rivales, donde se muestra desde pequeños impases, hasta peleas a golpes, con presencia de la policía, y como cereza del pastel incluyen los testimonios de las hijas (niñas y jovencitas) que hasta lloran por tener que soportar a estas “madres” locas.
Estos reality shows resaltan actitudes negativas de mujeres y denigran la vocación más hermosa que tiene la mujer.
En los realitys “Hijas del buen Pastor” y “Las Reales Amas de Casa”, el tema es más personal. No hay una excusa de competencia de por medio, por eso el día a día es lo que cuenta. La maternidad se presenta en el primer caso como sometimiento al esposo, sin iniciativa para corregir a sus hijas y, en el segundo caso, esta maternidad desaparece, pues según ellas, ser madre las envejece y ellas necesitan estar siempre hermosas, sexys y sensuales para conseguir hombres (la mayoría son divorciadas). De esta forma, compiten con la belleza y juventud de sus propias hijas adolescentes.
Todos estos realitys shows perjudican de manera grave a las jóvenes que lo ven, probablemente se sienten identificadas con algunas actitudes maternales y puedan faltarle al respeto a sus respectivas madres. Lo más triste es que nuestras jóvenes ante semejante espectáculo no quieran ser madres, justamente para no convertirse en esas mujeres locas que dicen ser “mamás”.
Es lamentable que no encontremos en estos shows al menos algún valor familiar, ni siquiera se presenta el amor real de una madre. Todos por igual muestran y resaltan las actitudes negativas de mujeres que son utilizadas por los medios para denigrar la vocación más hermosa que tiene la mujer.
Al final, el televidente se queda con la idea de que una madre es una mujer conflictiva, intensa, deprimente, agresiva, sensual, sexual, reprimida… En fin, una mujer que enloqueció al ser madre.
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Por Carla Rossi Flores |
