Compartir:

“A los niños se les puede contar lo que sea, pero si no ven a los padres no lo creen”, nos dijo José María Corominas al finalizar una de sus charlas que dictó en Guayaquil a finales del año pasado. Este español, visitó Ecuador por conferencias sobre temas de sexualidad en la familia.

Corominas es presidente del Instituto Europeo para el Estudio de la Educación y conocido por sus programas en el canal católico EWTN. En su paso por Guayaquil, hizo énfasis sobre el ejemplo que los padres dan a sus hijos en temas de sexualidad. Conversamos con él sobre este tema.

 

Algunos padres encuentran una barrera al hablar de sexualidad con los hijos. ¿Qué pueden hacer?

Abrir espacios con sus hijos. Que estén disponibles para ellos. Que busquen excusas, que vayan a tomar una Coca Cola con el hijo, que hagan paseos, viajes. Hay que abrir oportunidades porque un hijo adolescente no te habla cuando tú quieres, sino cuando él quiere. Por lo tanto, ya no es problema de “le dedico calidad de tiempo a mi hijo” es problema de tiempo, tú tienes que estar con tu hijo.

 

¿Cuál es la mejor forma de abordar este tema?

Cuéntales cómo conociste a tu mujer o a tu marido. Hablar de la sexualidad con tus hijos no es algo raro, es hablar de la misma vida porque parte de la sexualidad es la relación que cada uno tiene con el sexo opuesto. ¿Qué fue lo que te gustó de tu mujer?, ¿qué sentiste cuando nació el primer hijo? ¡les encanta escuchar esas historias!

Ellos tienen que ver que el matrimonio bien planteado, la relación  con el sexo opuesto  es muy bonito.

El problema es que cuando tú no has tenido comunicación con tu hijo y le dices quiero hablar contigo de algo, es extraño, él huye, tiene miedo, porque generalmente cuando tienes esa comunicación es para regañarle. Pero si él está acostumbrado a que le hables, sin regañarle, de cosas que a él le interesan no que solo a ti te interesan, es diferente. Hablar de esos temas en familia es hablar de sexualidad porque ellos se dan cuenta que en algún momento van a establecer una relación con el sexo opuesto.

 

Los errores más comunes cuando se habla con los hijos adolescentes sobre sexo/sexualidad…

El principal error es no quererse de una manera pública delante de sus hijos. El amor de los padres es la mejor conversación de sexualidad con los hijos. Muéstrale que tú adoras a tu mujer, muéstrale que tú adoras a tu esposo. Muéstrale que cuando él está de viaje hablas maravillas de tu marido.

 Ellos tienen que ver que el matrimonio bien planteado, la relación con el sexo opuesto es muy bonito, y que no es una relación de dos perritos; es una relación entre dos hijos de Dios. Cuando les cambias ese concepto, disfrutan del noviazgo, ponen cabeza a la hora de buscar a su futuro marido o mujer.

 

Y sobre el papel del padre en la sexualidad de su hija…

Un abrazo a una hija es fortalecerla en su sexualidad porque la hija cuando se relaciona con un hombre, aunque sea de una manera inconsciente, piensa en su padre. Cuando el hijo se va a relacionar con Dios, piensa en su padre. ¡Esto es espectacular! la educación de los hijos es tan bonita.  Por eso, cuando dicen: “no, es que ahora educar a los hijos es más difícil”, ahora es una aventura más apasionante que antes. Antes todo el mundo te ayudaba a educarlos, hoy la educación de tus hijos es responsabilidad tuya, solo de los padres. Te puedes apoyar en el colegio, en la parroquia, pero la responsabilidad es de los padres y un apoyo fundamental son los abuelos.

 

Entonces si papá es un modelo para su hija, ¿se puede decir que la mamá es un ejemplo para su hijo varón al momento de elegir a su pareja?

Ambos son un ejemplo para su hijo y para su hija, pero en momentos diferentes. Una niña de 12 -14 años se empieza a desconectar de su madre, pero empieza a conectar con su padre. Lo bonito del matrimonio es que nos complementamos. En momentos de la vida del niño la mamá es más importante y en otros momentos el papá es importante, lo fundamental es que siempre estemos ahí. Si no está papá porque eres madre soltera o viuda, pues hay que buscar un sustituto: un abuelo, un tío, una figura que además sea consciente de la importancia que va a tener en la vida de la niña.

 

Si los papás no aprovecharon desde niño a su hijo para ganar espacios juntos, ¿cómo recuperan ese tiempo perdido?

Con mucha paciencia y dedicación, pero primero cuida a tu mujer. A mí me gusta mucho esta frase de la Madre Teresa de Calcuta que dice: “¿Quieres acabar con la guerra del mundo? Entra a tu casa dale un beso a tu mujer y quiere a tus hijos”. Es muy sencillo, ¿tú quieres recuperar la confianza de tus hijos? ¡Ama a tu mujer! No hay cosa más bonita para un hijo que sus padres se quieran. A lo mejor no hay comunicación porque ellos ven que ustedes no se quieren. Una vez que consigas restaurar los lazos de amor del matrimonio, podrás empezar a recuperar ese tiempo con tus hijos.

 

Por: María José Tinoco
Editora
mtinoco@revistavive.com

 

Compartir: