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La canonización de los padres de santa Teresita, los beatos y esposos Luis Martín y Celia Guérin, muy esperada en Lisieux, Alençon y otros lugares, tendrá lugar el próximo 18 de octubre, es decir, en el corazón del sínodo de la familia y en la jornada misionera mundial.

Y no es por casualidad: esta pareja tenía la fibra misionera arraigada en la ofrenda y la oración y supo comunicarla a sus cinco hijas, una de ellas Teresa de Lisieux, que entreó al Carmelo para salvar almas y fue declarada “patrona de las misiones” en 1927 (aun pasando su corta vida religiosa tras las rejas de un monasterio).

Los esposos serán proclamados santos durante el sínodo de la familia, reunido en el Vaticano del 4 al 25 del próximo mes de octubre.

En la Misa de apertura del sínodo extraordinario sobre la familia en octubre de 2014, el Papa veneró las reliquias de los esposos Martín.

La canonización de los padres de Santa Teresita ha sido posible gracias a la curación milagrosa atribuida a su intercesión: la curación inexplicable de una niña de la diócesis española de Valencia.

La pequeña Carmen, nacida prematuramente, sufrió múltiples complicaciones que ponían su vida en peligro. Una hemorragia cerebral muy grave habría podido causarle daños irreversibles. Sus padres obtuvieron su curación rezando a Luis y Celia Martín, siguiendo los consejos de un Carmelo cercano a Valencia.

 

Vía Aleteia

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