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Por Ing.Andrés Elías
Portavoz del Observatorio Electoral Católico     Observatoriocatólico/@votocatolicoec

 

Diciembre llegó con propuestas electorales y es deber del ciudadano conocer a los candidatos.

El panorama político del país cada vez se vuelve más previsible, por un lado tenemos al partido de gobierno, que cada vez conquista más espacio en la torta electoral; y por otro lado, muy atrás y cada vez más dispersos, vemos cómo varias fuerzas políticas tratan de ganarle terreno al oficialismo, que es la principal fuerza política a derrotar en las siguientes elecciones.

Este panorama complicado, supone un reto para organizaciones de menor tamaño que intentan abrirse un espacio sobre el complicado cuadro electoral. Tan complicado, que hay algunas alcaldías y prefecturas cuyo titular no corre riesgo de perder la elección.

Frente a este situación ¿el ciudadano tiene algo que ganar? La situación de nuestro país debería obligar a los contendientes menores a ser más creativos y a generar mejores propuestas. En la práctica eso no está sucediendo.

Para quien no conoce un movimiento político casa dentro, la mayor parte del tiempo, las discusiones y el debate del buró se ocupan en determinar el cálculo electoral de sus movimientos.

Las propuestas duras, generalmente recaen sobre analistas y asesores que, apoyados por la visión de los máximos líderes, generan propuestas flojas y que no recogen del todo las principales  necesidades ciudadanas.

Dichas ofertas funcionan muy bien en el papel y en el cálculo político, pero en la realidad no tienen utilidad práctica. Son simples camelos que intentan erigirse como la panacea que va a mejorar los problemas del ciudadano de a pie.

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Recuerde que las elecciones seccionales son una forma cívica de decirle a los diferentes movimientos políticos que no está de acuerdo con su gestión. Esta es su oportunidad de castigar o premiar las gestiones.

Qué buscar en los candidatos

Durante las siguientes elecciones, su principal preocupación debe ir en el sentido de conocer la visión de ciudad y de provincia que tengan los diferentes candidatos a dignidades seccionales. No se deje meter gato por liebre y escoja bien.

Recuerde que las elecciones seccionales son una forma cívica de decirle a los diferentes movimientos políticos que no está de acuerdo con su gestión. Esta es su oportunidad de castigar o premiar las gestiones.

Aunque en la política, nadie gobierna solo. Nos ha llamado la atención que muchas organizaciones incompatibles ideológicamente se hayan unido. La más escandalosa se da con un político antifamilia, que se alió con una fuerza política poderosa. Es ahí donde el católico tiene el poder para hacer que las cosas pasen. Es en la mesa de votación donde las cosas cambian. Donde el poder se transfiere del “omnipotente” político influyente, al simple ciudadano que de un plumazo puede hacerle perder su situación acomodada, es en la mesa electoral donde usted tiene el poder de cambiar las cosas.

Es el momento de castigar la incoherencia, si usted es católico, infórmese bien. No vote por políticos que son antifamilia, ni antivida. Si quiere enterarse sobre cómo debe votar un católico, le tenemos buenas noticias, el Observatorio Electoral Católico(OEC) retoma su trabajo. Muy pronto, a través de su cuenta de Twitter @votocatolicoec y página web www.observatoriocatolico.com usted podrá conocer quién es quién dentro de la política ecuatoriana, y de esa manera, meditar su voto. Vote conciente, porque es en ese preciso segundo, donde raya la papeleta, que el poder realmente lo tiene usted. Vote informado, la patria lo reclama.

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