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Luego de un episodio o acontecimiento extremadamente traumático, es usual que aparezca el trastorno por estrés post traumático (TEPT).

Sofía tiene 26 años y durante los dos últimos estuvo, en lo que ella llama, “la peor tormenta de su vida”. Ésta era una relación sentimental con su ex pareja, Antonio. Sofía acepta que desde el comienzo su relación era un poco “rara”. Desde el inicio, Antonio dejó claras las pautas a seguir: cada cuánto verse y cómo hacerlo.

Con el tiempo, Antonio pasó a volverse posesivo y celoso. No le permitía relacionarse con nadie, ni salir con amigas si él no estaba. No podía vestirse de cierta forma, controlaba su teléfono y sus redes sociales.

El último año de relación Antonio se volvió un chantajista emocional, la amenazaba con dejarla porque ella no era suficientemente buena para él y la menospreciaba. Él usaba frases como: “eres tonta”, “inútil”, “nunca te conseguirás a alguien mejor que yo”, “me merezco alguien mejor, tú no vales nada”.

Sin embargo, el verdadero terror lo vivió en los últimos meses de relación, cuando él empezó a agredirla físicamente. Todo comenzó con un manotazo si decía algo que él consideraba tonto, un empujón si ella no hacía lo que él disponía y luego la violencia llegó hasta la cama, mientras mantenían relaciones sexuales. Al principio le pedía “permiso” para pegarle, aunque si ella se negaba, la acusaba de ser poca cosa para él. Sofía había desarrollado una dependencia, se sentía desolada al no ser suficiente para él y se sentía aterrorizada de que la deje. Con el tiempo, no sólo le pegaba de manera habitual, causándole incluso hematomas, sino también le escupía e insultaba.

La relación termina cuando la mamá de Sofía descubre lo que estaba pasando. La notaba extraña, decaída, irritable, sensible ante cosas banales, con una gran pérdida en su peso, pero la noche que la escuchó gritar mientras dormía, fue la gota que derramó el vaso. Sofía estaba sufriendo un trastorno por estrés post traumático.

El TEPT es un problema de salud mental que se origina tras haber sufrido u observado un acontecimiento altamente traumático como pueden ser:

  • catástrofes naturales
  • guerras
  • atentados terroristas
  • secuestros
  • maltrato físico o psicológico
  • violación
  • diferentes tipos de acoso
  • accidentes
  • enfermedades o muertes repentinas

Lo capcioso de este tipo de trastorno es que comienza en momentos diferentes en cada persona. Así como los síntomas pueden empezar inmediatamente después de la experiencia traumática, también podrían desarrollarse meses o incluso años después del evento.

¿Cómo saber si está sufriendo este trastorno?

Los síntomas más comunes son los flashbacks (imágenes, sensaciones o sentimiento de que el evento está sucediendo nuevamente), aislamiento a ciertos estímulos o situaciones. Además, dificultad para dormir o pesadillas, sentimientos de preocupación, culpa, tristeza, inseguridad, agitación, ansiedad, angustia o problemas de concentración.

¿Qué hacer si sufre de TEPT?

En algunos casos, la terapia psicofarmacológica es importante ya que los estados de ansiedad o depresión pueden ser incapacitantes y es necesario disminuir los niveles. Estas deben ir acompañadas de terapia psicológica para que la persona sea capaz de verbalizar el suceso y temores, para finalmente llegar a la catarsis. Por otro lado, al ser el aislamiento uno de los síntomas principales de este trastorno, trabajar en la reinserción social y ocupacional de la persona, es esencial.

 

Por: Psic. Cl. María José Barredo S.

Master en Cuidados Paliativos y Psicoterapia

mjosebarredo@gmail.com

 

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