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Todo adolescente y futuro joven deberá aprender con cada una las decisiones que tome en su día a día.

Todas las etapas de nuestra vida marcan un protagonismo especial. En la época de la adolescencia existen grandes cambios físicos y psicológicos significativos.

Estos cambios pueden generar cierta incomodidad y confusión. El crecimiento hormonal puede causar altibajos emocionales, mientras que los cambios en la apariencia física pueden afectar la autoestima y la percepción de la imagen corporal. Enfrentar estos desafíos requiere una combinación de aceptación personal y apoyo familiar.

El acompañamiento para afianzar la seguridad y bienestar es clave para que esta edad no se convierta en una búsqueda insaciable de estereotipos y belleza poco real.

La ciencia nos muestra que en la adolescencia el cerebro atraviesa por nuevos procesos, entre estos una capacidad de aprendizaje muy óptima y también una necesidad de aprobación por los pares, es por esto por lo que ya no suelen permanecer tanto tiempo con sus padres y sus deseos por hacer actividades con sus amigos y amigas se vuelve algo relevante.

 

 

Hablar con un adolescente

En esta etapa es normal que cambien de gustos musicales o estilos de ropa de forma muy seguida, y esto se explica por su búsqueda de identidad. Así que poco a poco esos cambios van desapareciendo, por lo tanto, no es de gran relevancia que papá y mamá se preocupen por sus diversos gustos sino más bien esta energía debe ser invertida en mostrarle al adolescente que siempre su hogar será el lugar seguro.

Aunque no existe mucha disposición para hablar sí es importante que les recuerden seguidamente que los aman de forma incondicional, esto no significa que no haya límites, al contrario, los límites hacen parte de una crianza positiva.

No hay que esperar a la adolescencia para hablar acerca de las adicciones y la sexualidad, estos temas pueden abordarse desde muy temprana edad usando un lenguaje acorde a la etapa del desarrollo.

Mientras un adolescente está muy preocupado por pertenecer a un grupo y tener la aprobación de sus pares, los padres suelen sentir que su hijo o hija ya no sienten el mismo afecto hacia ellos, y aunque la conducta sea distinta, el amor hacia papá y mamá siguen vigentes, solo que hay que tener en cuenta que en los distintos cambios que sufre el cerebro adolescente se da un paso importante hacia la reflexión y el menor puede comprender distintas cosas que antes no, y pueden presentarse actos de rebeldía con ambos cuidadores o con uno de ellos.

 

 

La caducidad de la adolescencia

Como toda etapa la adolescencia tiene caducidad y se da la bienvenida a la juventud, donde las preocupaciones ya se enfatizan en alcanzar o desarrollar un proyecto de vida, es una edad distinta con matices importantes solo que no tan evidentes como la adolescencia.

Mantener el corazón abierto, la mente clara y paciencia son algunas herramientas que se van a requerir en gran medida. Escuchar, validar los cambios emocionales y no perder la empatía puede ser el antídoto para prevenir situaciones que atenten contra la integridad o seguridad de un adolescente.

 

 

Escrito por: Psic. Carol Obando, Directora Centro Internacional de PNL, Coaching y Psicología.

 

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