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El famoso templo alberga algunos de los tesoros patrimoniales más importantes de la cristiandad.

El mundo se estremeció esta tarde frente a la noticia de que la catedral Nuestra Señora, sede de la arquidiócesis de París, Francia, era devorada por las llamas de un violento incendio. Hasta el momento, se ha notificado que todas las obras han sido guardadas y protegidas: la corona de espinas y los santos sacramentos. La importante edificación, dedicada a María, madre de Jesús, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 1991.

Acogió a Benedicto XVI en su viaje apostólico

El 12 de septiembre de 2008, en la homilía del papa Benedicto XVI, durante la celebración de las Vísperas en la catedral de Notre-Dame, el Santo Padre pronunció una conferencia que iniciaba enalteciendo a este tesoro histórico: “Estamos en la Iglesia Madre de la Diócesis de París, la catedral de Notre-Dame, que se yergue en el corazón de la cité como un signo vivo de la presencia de Dios en medio de los hombres», sostuvo. El predecesor del papa Benedicto XVI, Alejandro III, fue quien puso la primera piedra en el emblemático edificio, que también fue visitado por los papas Pío VII y Juan Pablo II.

“La fe de la Edad Media edificó catedrales, y vuestros antepasados vinieron aquí para alabar a Dios, encomendarle sus esperanzas y profesarle su amor. Grandes acontecimientos religiosos y civiles se desarrollaron en este santuario, en el que los arquitectos, los pintores, los escultores y los músicos aportaron lo mejor de sí mismos. Baste recordar, entre otros, los nombres del arquitecto Jean de Chelles, del pintor Charles Le Brun, del escultor Nicolas Coustou y de los organistas Louis Vierne y Pierre Cochereau», expresó.

Su Santidad también reflexionó en aquella ocasión en torno al arte, señalándola como un «camino hacia Dios». La catedral es y sigue siendo uno de los monumentos más célebres del patrimonio francés, hogar de las reliquias del Lignum Crucis y de la corona de espinas, ofrenda del espíritu humano al Amor creador.

“Bajo las bóvedas de esta histórica catedral, testigo de la constante comunicación que Dios ha querido entablar entre los hombres y Él, la Palabra acaba de resonar bajo estas bóvedas para ser la materia de nuestro sacrificio vespertino, evidenciado por la ofrenda del incienso que hace visible la alabanza a Dios», señaló Benedicto XVI durante la homilía. Puede conocer más sobre este edificio emblema en este vídeo:

Después del fuego

Hasta el momento, aún se desconoce la causa del incendio. Los bomberos aseguraron que la estructura del edificio «está a salvo y preservada en su conjunto», aunque la aguja del templo se derrumbó durante las llamas y los rosetes también han sufrido múltiples daños. El presidente Macron prometió encargarse de la reconstrucción de la iglesia.

Por Angélica Lainez Rendón
Periodista.

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