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La canoterapia es una nueva apuesta terapéutica para disminuir los casos de depresión y soledad en los asilos.

De acuerdo a diversas investigaciones, a nivel mundial, la sociedad presenta un mayor índice poblacional de adultos mayores que de infantes. Esto conlleva que la ciudadanía procure ofrecer más alternativas que favorezcan a mejorar la calidad de vida para esta población en crecimiento.

Necesidades en la tercera edad

Si bien es cierto, a medida que se llega a este periodo de vida se reducen ciertas habilidades o se pierden destrezas motoras, la sociedad actual hace ver al adulto mayor como un ser frágil, dependiente, sin capacidad de decisión y solitario. Al infantilizarlos de esta forma, está negándoseles el derecho de una vida plena.

Vemos como en muchos casos los familiares acuden a los asilos no por considerar a sus seres queridos como una carga o desplazarlos de su núcleo familiar, sino por consideración y amor hacia ellos. Al saber que necesitan personas capacitadas para atender sus necesidades de actividad o ante las enfermedades físicas o psíquicas que padecen se convierte en la mejor opción para un cuidado integral.

Una problemática invisibilizada

Sin embargo, en las diferentes clases sociales y en todos los sectores del país, existe una realidad que no se toma en cuenta: el abandono y maltrato del adulto mayor. La Constitución ecuatoriana hace referencia al abandono del adulto mayor en el Art. 36, como el “acto de dejar de lado o descuidar a una persona indefensa”.

Según las estadísticas publicadas por el MIES, en los últimos años alrededor de un 15% de los adultos mayores son víctimas de abandono. Es por esto que es necesario conocer la realidad para así prevenir sus efectos, siendo la estrategia más viable la sensibilización del ciudadano a través de la educación.

Medidas de prevención

En un contexto de abandono y soledad, la persona se vuelve vulnerable e indefensa para afrontar las necesidades básicas de dependencia, intimidad y relación con otros. De acuerdo a la experiencia clínica, este estado emocional puede afectar su autoestima, al extremo de abandonarse a sí mismo, limitarse socialmente y perder toda motivación ante la vida.

Con el fin de garantizar un envejecimiento activo y la mejor calidad de vida posible existen diversas opciones como cursos o talleres para personas mayores, fomentar la vecindad con quienes comparten espacio, promover el intercambio generacional, entre otras opciones más.

Una opción diferente

En el Hogar del Corazón de Jesús para promover este objetivo, el área de psicología implementó este año la canoterapia. Esta técnica, utilizada para la rehabilitación de personas con discapacidades o problemas emocionales, trae múltiples beneficios especialmente con pacientes depresivos. El objetivo: dar afecto y compañía a través de los perros y disminuir el sentimiento de soledad y aislamiento en los asilados.

El simple hecho de acariciar a un perro produce relajamiento, reduce la presión arterial y provoca movimiento motriz, aportando beneficios físicos. Una vez terminada la visita es importante que los residentes establezcan conversaciones sobre la dinámica, que recuerden sus mejores momentos de la visita. Esto, promueve la sociabilidad e incluso muchos olvidan dolencias, por el esparcimiento que les ocasiona.

Por Psic. Cl. Mayra Loayza MSc.
Hogar del Corazón de Jesús de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.

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