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Queridos padres de familia les compartimos 5 tips en este nuevo inicio de año escolar.

En el régimen Costa y Galápagos las clases acaban de iniciar y, estoy segura de que muchos padres ya nos hemos empapado de toda la información que se brinda en esta época para que nuestros hijos aprovechen al máximo y tengan un maravilloso año escolar.

Hemos leído y escuchado sobre la importancia de que duerman un número adecuado de
horas, del tipo de alimentación que deben llevar en sus loncheras, de la necesidad de que
cuenten con un espacio ordenado para realizar sus tareas y hasta de cómo organizar sus
horarios para que puedan cumplir con el colegio y con sus actividades extracurriculares.

Sin embargo, hoy quiero enfocarme en otros aspectos que casi nunca se mencionan, y
son esos detalles que están ahí, escondidos, a los que no solemos prestar atención y que
también son muy necesarios para que todos, como familia, podamos disfrutar de este tiempo de escolaridad.

 

 

Recomendaciones para los padres de familia

Basada en mi experiencia, les comparto 5 sugerencias o tips a tener en consideración:

Puntualidad

Que se haga una costumbre llegar puntual al colegio. Esto es un ejercicio para la vida. Nos cuesta muchísimo respetar el tiempo de los demás. Si no queremos salir al tráfico tan temprano, pues contratemos el servicio de bus, pero ¡Ojo!, que esté listo para cuando el bus pase por su casa. No debemos hacerlo esperar.

Hay que crear una rutina de la mañana y eso solo depende de los adultos a cargo. No podemos ir por la vida llegando tarde y justificándonos de que nos tocó un tráfico pesado, no estamos dando un buen ejemplo a nuestros hijos.

Cabe recalcar que esta regla aplica para todos los sitios a donde debamos llevarlos.

 

 

Respeto

Cuando los colegios nos convocan a reuniones no lo hacen con el afán de molestar o quitar tiempo. Lo hacen porque tienen información importante para comunicar. Da pena ver la poca asistencia de padres de familia cuando se brindan estos espacios y lo más triste es que después estamos preguntando cosas que justamente fueron dichas en esas reuniones y hasta nos enojamos si no nos las repiten.

Lo mismo sucede con los reglamentos sobre uso de uniformes, útiles, etc. Si no nos gusta el modelo de zapato que piden o la chompa del colegio pues los mandamos con otros distintos y aquí no pasó nada. ¿Qué están aprendiendo nuestros hijos de nosotros? Que lo que el colegio diga no es importante.

Hagamos saber y demostremos a nuestros hijos que valoramos lo que su colegio nos tenga que decir y que estamos dispuestos a apoyar en lo que nos pidan.

Escucha atenta

¿Nos llamó la psicóloga o la psicopedagoga del colegio? ¡Pues vayamos! Son las especialistas que acompañan día a día a nuestros hijos dentro del aula, observando situaciones que muchas veces sólo pueden ser detectadas por un ojo experto. Su único afán es ayudar.

No debemos cerrar el diálogo ante la posibilidad de que se nos pida un informe de un especialista externo. Si bien es cierto que estos informes toman tiempo y su costo puede ser un poco alto, no es menos cierto que se tornan en una radiografía de las dificultades que nuestros hijos pueden estar pasando y de esta manera la ayuda que se brinde internamente será más eficaz, permitiéndoles una escolaridad tranquila. Hacer esto por ellos también es una manera de decirles: te amo.

 

 

Empatía

Recordemos siempre que los maestros de nuestros hijos son seres humanos al igual que nosotros, con una vida más allá de la del colegio y no siempre una vida fácil. Muchas veces por distintos motivos, sean estos justificados o no, los maestros pueden cometer errores; no son infalibles, nadie lo es. Sin embargo, nuestra actitud frente a esto suele ser la de condenarlos y casi, casi, que pedir su cabeza como en los tiempos antiguos. No nos medimos frente a los comentarios y epítetos negativos que podemos vertir sobre ellos delante de quien sea, entre esos nuestros hijos.

Con esto no estoy diciendo que no debemos estar atentos o que debemos dejar pasar las cosas, lo que estoy diciendo es que hay maneras más agradables de hacerlo. Se logra más con una sonrisa que con una cara enojada y sobre todo debemos recordar siempre que una corrección debe ser fraterna, pensando en cómo el otro se puede sentir, poniéndose en sus zapatos. Nuestros hijos deben saber que padres y maestros somos un frente unido con un mismo fin: su bienestar.

Prudencia

Inició el año escolar y de pronto ¡Pum! vemos que nos han agregado a un nuevo chat del curso. Todos empezamos a presentarnos y desearnos lo mejor. ¡Hasta ahí todo va bien! De pronto, surge un comentario sobre el colegio, la maestra o en el peor de los casos a veces hasta sobre una mamá o un niño y ahí es cuando se desata la polémica.

Debemos ser muy cautos ante el tipo de información que manejemos ya que un mensaje escrito puede ser leído con muchos tonos distintos. También puede suceder que de quien se habla sea pariente o muy amigo de alguien que forme parte del chat y le hagamos pasar un mal rato o que vaya y le cuente a esa persona lo que se dijo (algunas veces agregándole sal y pimienta) creándonos un malestar innecesario.

Recordemos que esas mamás de los chats son las mamás de los amigos y compañeros de nuestros hijos con quienes compartiremos cumpleaños, olimpiadas y graduaciones durante más de 10 años, así que pensemos bien antes de escribir un comentario personal. El saber manejarnos en las redes adecuadamente nos permite enseñar a nuestros hijos el valor de la comunicación escrita y su buen uso.

Espero que estos comentarios nos lleven a la reflexión. Lo que se busca es lograr una comunidad que vincule colegio, padres de familia y alumnos en un ambiente sano.

Probablemente mucho de lo aquí escrito muchos padres ya lo estamos llevando a la práctica, pero nunca está de más iniciar el año escolar recordándolo.

Como dijo John Dewey: «La educación no es la preparación para la vida. La educación es
la vida en sí misma».

 

 

Escrito por: Licenciada en Educación Miriam Valdez de Cornejo. E-mail: miriam_vc@hotmail.com

 

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