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«Es demasiado bueno para ser verdad». ¿Sabías que así empiezan los vicios?

¿Has llegado a reflexionar en el creciente cúmulo de propuestas seductoras que recibimos diariamente? ¿Te has percatado de que hoy todo y todos quieren ser atractivos? National Crime Prevention Council ha publicado un pequeño corto para advertir acerca de las propuestas de empleo que son demasiado buenas para ser verdad.

Este pequeño clip de video que te comparto también me ha llevado a pensar en otro tipo de ofertas demasiado «buenas» para ser verdad. Llámense acumulación de dinero, drogas, placeres, y toda suerte de esclavitudes humanas.

La seducción que contiene todo aquello que se nos presenta como atractivo, en un desorden superficial de lo que nos rodea, por eso requiere de ciertas reglas que le hacen ser cada vez más atrayente. Es por esto que se convierten en realidades que absorben la propia libertad, engañando al hombre para que se sienta, equívocamente y más libre.

Buscamos «algo» más que los vicios

El motivo de fondo, creo, responde a una sed que cada día se acrecienta más y más. Una sed por respuestas, por compañías, un hambre de afecto y amor, es una especie de vacío que el hombre de hoy no sabe llenar. Como quien se acerca al espejismo en medio del desierto, pensando que es la fuente que le salvará de la muerte.

La dificultad radica en que frecuentemente no sabemos cómo afrontar esta sed apremiante. Buscamos pozos que pueden tener más fango que agua y comenzamos a dejarnos hundir allí, con la falaz esperanza de sentirnos mejor…

¿Qué nos está llevando a ese pozo?, ¿cuál es ese pozo lleno de fango en el que nos hemos dejado atrapar?, ¿cómo vamos a salir de allí?, ¿por qué cuesta tanto llenar la vida de vida?, ¿por qué es tan complejo decidirse, realmente, por ser libre?

Es necesario que abandonemos esa idea que se nos ha vendido de que las hormonas, los sentimientos, los placeres, etc. determinan nuestra existencia. No, como seres humanos, contamos con dos poderosas herramientas, la voluntad y la inteligencia.

Estas herramientas tienen el poder de hacernos diferentes a cualquier tipo de ser vivo que nos circunde, ellas hacen posible que realmente podamos vivir en la autenticidad de nuestro ser: la libertad. El reto que siempre nos apremia es el de tomar la decisión, con ayuda de la razón y la voluntad, de aceptar o no aceptar la seducción que se nos presenta.

 

 

Sí tenemos opciones ante los vicios

La palabra vicio, hace referencia a una acción que se ejerce reiterativamente con disposición al mal y que trae consigo el deshonor y el sufrimiento. Por tanto, podríamos asegurar que, ante los pensamientos acerca de lo que son los vicios, reina una idea clara y es la de que todos los vicios traen consigo una reducción de la libertad. Y, por ende, de la voluntad del hombre.

Dado esto, se nos hace necesario fortalecer diariamente la voluntad, con pequeños ejercicios como el de levantarse con la primera alarma de la mañana, por ejemplo. Esto nos ayudará, junto con el fortalecimiento de la fe, a hacer un discernimiento cierto frente a las propuestas que nos encontramos en la vida cotidiana.

¿El Evangelio tiene algo que decir de esto?

Creería que cuando el Evangelio hace tanto énfasis en la necesidad de estar vigilantes, hace alusión precisamente a este tipo de cosas. Estar vigilantes frente a lo que se nos presenta en cada instante, pues no siempre es la mejor elección por más «seductora» que parezca.

Recordemos que el hombre prudente siempre será más sabio. Esta sabiduría solo es posible si la pedimos diariamente al Señor, como don y gracia que nos ayudarán a ser fieles a la misión encomendada.

 

VICIOS 3

 

Escrito por: Mauricio Montoya, vía Catholic-Link.

 

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