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Joffre e Ingrid encontraron fortaleza creando apostolado con la música. Hoy disfrutan llevar la Buena Nueva en la forma más gloriosa: la Santa Misa.

Recuerdo que por cuestiones de distancia mi hermana, quien cantaba antes conmigo, dejó de acompañarme en el canto de la Eucaristía. Me había dado cuenta que a mi esposa le gustaba mucho cantar, por lo que un día me atreví a pedirle que me acompañara. Sin mucho reparo aceptó la propuesta y consolidamos este nuevo dúo que se atrevía a cantarle al Señor en la forma más gloriosa que se conoce: en la celebración de la Santa Misa.

La aventura comienza

Poco a poco nos capacitamos, fuimos aprendiendo los tiempos litúrgicos y los diferentes cantos que eran idóneos para cada época. Eso costó, pero el amor a la santa Iglesia y al Señor Jesús se acrecentaba en el servicio parroquial. Así fuimos conociendo y haciendo nuevos amigos en los diferentes ámbitos musicales que ofrece nuestra Iglesia: dúo, coristas, músicos litúrgicos y de música profética.

Hoy, disfrutamos nuestro apostolado de muchas maneras. Somos parte de un programa en la radio La Voz de María, todos los sábados. Trabajamos en  obras con títeres, participamos en conciertos, etc. Pero de las cosas más hermosas que el Señor nos ha permitido hacer es componer cantos nuevos para glorificarlo. Es así como a través de la música hoy llevamos la Buena Nueva.

Testimonios de misión: la música los acercó a Francisco

Tenemos muchas anécdotas para compartir. Unas de las que más recordamos es la de una joven que nos contó que una canción de nuestro primer CD “La Rosa y La Cruz”, le había llegado tanto al corazón que le permitió escuchar la voz y el llamado del Señor a la vida monástica.

Otra vivencia que nos maravilló, fue previo a la visita del Papa Francisco a Ecuador, cuando escogieron como primer canto para su llegada a Guayaquil una canción de nuestra autoría: “Francisco tú eres la voz”. Este sencillo recibió al Santo Padre mientras entraba al Parque Samanes, donde ofrecería la Eucaristía. ¡Pero lo mejor de todo fue que nosotros la cantamos en vivo!

Y otra no tan bonita, y escribo sonriente, fue cuando en un concierto parroquial estábamos cantando y de repente se llevaron los equipos de audio en medio concierto. Terminamos cantando con una corneta de altavoz (megáfono), esas son cosas que les pasan a los músicos católicos.

Ejemplo para los hijos

Nosotros como pareja siempre tratamos de vivir e inculcar a nuestros hijos valores cristianos. Para esto nos ayudó el hecho de pertenecer a una comunidad o movimiento que nos dio soporte, amor fraterno y ayuda mutua.

Los Equipos de Nuestra Señora (ENS), movimiento al que pertenecemos, nos brindaron un corazón abierto y nos acogieron como hermanos.

A pesar de los años que formamos parte de este, siempre terminamos aprendiendo cosas nuevas; del fundador, el padre Caffarel, de nuestros hermanos equipistas, de  nuestros consiliarios, que siempre tienen la mejor predisposición para escucharnos con atención y ayudarnos en las batallas espirituales de pareja y de equipo.

Dios sobre todas las cosas

Creer que los problemas de una pareja se acaban por pertenecer a los ENS es una utopía. Lo que sí podemos decir es que, en nuestro caso, nos dotaron de herramientas que facilitan una mejor convivencia a los ojos de Dios. Él es siempre el principal invitado en nuestros diálogos y diferencias.

Nuestros hijos ven con agrado a estas personas que se reúnen cada cierto tiempo en nuestras casas. Sobre todo porque estamos acompañados de un sacerdote, lo que genera un ambiente atractivo y organizado. Aunque no lo parezca, les estamos transmitiendo a nuestros hijos lo valiosa que es la fe para nosotros. Estamos enseñándoles que se puede vivir en una comunidad que pretende nuestra santificación en el matrimonio. Así que, ¡proclamemos con nuestras almas, la grandeza del Señor!

Joffre e Ingrid

La música no ha sido solo el camino que ha acompañado a Joffre y a su esposa Ingrid en su misión de cantarle al Señor. Esta también ha sido parte importante de su vida personal. Ellos comentan que se encomendaron a la Virgen de Guadalupe, a quien Joffre compuso la canción “Morenita del Tepeyac”. No saben si fue coincidencia pero luego de la creación del tema recibieron una notificación de la primera instancia para el proceso de anulación del matrimonio anterior de Ingrid.

Luego de muchos años de espera, el 12 de diciembre, el día de la Virgen de Guadalupe, recibieron la notificación de la aprobación del proceso. A pesar del largo tiempo que tuvieron que esperar para poder casarse por la Iglesia y consolidar su familia, en los Equipos de Nuestra Señora (ENS) siempre los apoyaron. Fueron una de las únicas parejas que aunque no estaban casados se mantuvieron involucrados debido a su dedicación y al cariño que les tienen.

 

Por: Joffre e Ingrid Soria

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