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Compromiso, comunicación y objetivos comunes, son bases importantes para dar solidez a nuestro matrimonio. Si no las hemos puesto, aún podemos recomenzar.

 

Estas son algunas preguntas que escucho en la consulta, hechas por parejas antes de casarse, de los vueltos a casar y de los que creen que el divorcio es la mejor opción: ¿Qué hacer para que un matrimonio dure? ¿Cómo construir bases sólidas para el hogar que hemos decidido empezar? ¿Cómo asegurar ser pareja, antes que ser padres, amigos, hijos, hermanos e incluso empleados?

Así decidimos pensando en dos, eso es construir en el día a día el amor.

Lo reviso, lo pienso y vienen a mí una lluvia de posibilidades de respuestas aprendidas. La pregunta es, ¿los libros y el aprendizaje de las otras personas y sus directrices son fiables en estas cuestiones? Considero que sí, los consejos siempre vienen bien, los modelos a seguir también, por eso es importante tener buenos amigos que busquen en su matrimonio lo mismo que yo en el mío. Sin embargo, más allá de lo que los otros puedan decir, es importante saber que entre las bases de un matrimonio debe practicarse y revisarse continuamente algunos puntos.

El compromiso adquirido: Con mi pareja, no mi media mitad, no mi complemento, no mi pedazo faltante, sino un ser humano independiente como yo, con quien nos hemos escogido libremente, para ser pares, de ahí la palabra pareja. Implica mi propio compromiso con mi felicidad, además de mi deseo de estar en pareja, acompañado, creando un proyecto común.

La comunicación fluida: Que debe ser filtrada por 4 preguntas:

•¿Cuál es mi intención al momento de hablar? Es decir, voy a hablar para resolver el problema o para “recriminar”, bajo la excusa de decir lo que siento.

•¿Qué quiero lograr? Si mi objetivo es resolver el problema, debo haber pensado cuál va a ser mi propuesta de solución para luego conversar la aceptación o escuchar la propuesta de mi pareja. Si mi objetivo es decir lo que siento frente al problema, debo cuidar hablar de mí y de cómo me siento, sin culpabilizar al otro.

•¿Cómo lo voy a decir? Aquí debo considerar lo que hablo, el tono y la manera.

•¿Cuándo voy a hablar de aquello que quiero hablar? El momento debe ser oportuno, no cuando estamos molestos o apurados, debe ser pensado para lograr los mejores resultados.

La comunicación debe ser fluida, continua y transparente, no hay secretos entre las parejas; todo lo dicho en estos párrafos requiere de práctica y no aparece mágicamente.

Los objetivos comunes: En la pareja mantenemos nuestra identidad, nuestras actividades, con la diferencia de que llevamos nuestra vida pensando en el otro, sabiendo que nos debemos a un compromiso asumido. Solo así crecemos juntos y planeamos y construimos hogares sólidos que nos llenen de amor. Así traemos niños a este hogar edificado para ellos como base a lo que vivirán en la sociedad, juntos ahorramos y compramos casa, carro, pagamos maestría del que le pueda dar mayor provecho para los dos, así decidimos pensando en dos, eso es construir en el día a día el amor.

 

Por Ma. del Carmen Rodrigo
Psicóloga Clínica
mariadelcarmenrodrigoh@gmail.com

 

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