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Los niños desde temprana edad deben ir aprendiendo muchas cosas y es ahí donde radican las actividades de estimulación sensorial.

Seguramente alguna vez habrán oído hablar de la etapa sensorial, propuesta por Jean Piaget como la primera fase de los estadios del desarrollo del ser humano; lo interesante de todo esto es que Piaget teorizó a partir de la experimentación con sus propios hijos.

Pues, digamos que en una pequeña emulación de sus acciones, yo también experimento con mi hijo; claro que las teorías ya están dadas y comprobadas, pero sabiendo que todos somos actores de nuestros aprendizajes, yo re descubro lo ya-conocido a través de los ojos y las emociones de Joaquim por medio de la ESTIMULACIÓN SENSORIAL.

 

 

Mi experiencia

He aquí mi experiencia reciente:

Alguien tiene ‘buena mano’ con las plantas? Yo no. Eso es cosa de mi mamá que forma un bosque a partir de un brote cualquiera.

A mi me gusta la naturaleza, me encantan los ambientes con plantas de todo tipo… pero eso de la buena mano no vino dentro de mis habilidades. Todo lo que pode o siembre, no prospera, no se muere pero digamos que tampoco mejora; y eso es precisamente lo que ha sucedido con un par de (pobres) plantitas que adopté con la mejor de las intenciones, así es que para abreviar: el macetero que había comprado para intentar brindarles mayor espacio, les quedó grande, subutilizado digamos de manera que decidí darle un giro al asunto: devolver las plantitas a su lugar de origen y donarle el macetero a Joaquim para que juegue con tierra.

El resultado fue la bomba! Tuvimos al menos una hora de diversión, recogiendo tierra con una pala improvisada y vertiéndola en camioncitos que subían y bajaban por pendientes. Hubo desorden y hubo suciedad pero al final qué más da.

Jugamos, terminamos con tierra bajo las uñas pero Joaquim descubrió que para llenar un camión de carga, es necesario tener cierta precisión.

 

 

Dejar que los niños se ensucien

Porque es la clara señal de que se ha involucrado en una experiencia de aprendizaje. Los seres humanos nos apropiamos del entorno por medio de nuestros sentidos: gusto, oído, olfato, tacto y vista; lo cual representa la base para la construcción del conocimiento. Y es que el niño al momento de experimentar diferentes sensaciones también descubre el mundo. He ahí la importancia del ensayo y error, es de esta manera que se auto corrige y perfecciona técnicas que de otra manera serían imposibles.

Según Piaget, entre los 0 y 2 años de edad es cuando el ser humano se encuentra en el apogeo del desarrollo sensorial y es el motivo por el cual se sugiere permitirle al niño experimentar sensaciones variadas, lo cual de ninguna manera quiere decir que pasada esa edad se deba restringir dicha vía de aprendizaje, significa que no debemos dejar pasar la oportunidad para que el niño se apropie del mundo desde tempranas edades.

 

 

Actividades de estimulación sensorial

Entre las principales actividades de estimulación sensorial están:

  • Aprovechar un recorrido en el mercado local para percibir los diferentes aromas de hierbas, café, frutas y verduras, palparlos, descubrir las texturas.
  • Consumir alimentos variados, no tiene que ser mucho, solo se trata de conocer las opciones, poco a poco irá definiendo sus gustos y lo mejor… ampliando sus preferencias.
  • Adaptar una base o caja con el tema de su preferencia, por ejemplo una granja, y colocar en el fondo varios tipos de granos, piedras o simplemente tierra, con la finalidad de que juegue en esa mini recreación utilizando sus manos aunque ello implique ensuciarse un poco; para ello también requerirá algunos elementos que le permitan manipular la textura, pueden ser pequeñas palas, cucharas y embudos.
  • Observar la luz a través de diferentes colores de papel celofán.
  • Recoger elementos de la casa que estén elaborados de diferentes materiales y golpearlos escuchando los tipos de sonido.
  • Colocar cinta gruesa en el suelo con el lado de la goma hacia arriba y permitir que el niño camine descalzo. Se pueden variar las texturas (granos, tierra, lodo, piedras y pintura).
  • Colocar pistas musicales variadas mientras realizan actividades cotidianas, alternar sonidos de la naturaleza, música instrumental, solos instrumentales, melodías actuales.
    en un recorrido habitual por la calle, reconocer los sonidos (sirenas, carros, aviones y bocinas).
  • Permitir que se involucre en la preparación de los alimentos, mezclando, amasando.
  • Mientras comparten en la cocina, intentar identificar los aromas de lo que se está elaborando y de los ingredientes.
  • Descubrir la transformación de los colores, mezclando pintura en pequeñas dosis.
  • Disfrutar de un baño bajo la lluvia
  • Jugar con plastilina, arcilla, slime, arena, creando diferentes formas.
  • Crear una caja sensorial en la cual guardará papeles, telas y demás objetos que tengan diversidad de texturas.

 

 

Escrito por: Andrea Velasco, Psicóloga. Correo: andreavelasco.psicologa@gmail.com

 

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