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Cada zona del país tiene sus delicias en cuanto a gastronomía.

Ecuador, entre sus tantas virtudes, es un país reconocido por su altísima diversidad en flora y vegetación. Esto permite, que los padres ecuatorianos, puedan brindar una alimentación rica y balanceada a sus pequeños. Debido a las muchas opciones que se encuentran a nuestra disposición, estas pueden variar según las distintas áreas de nuestro país. Así, la alimentación en la infancia dependerá de los recursos que sean más asequibles para sus habitantes.

Lo rico que da nuestro país

En las zonas rurales de las diferentes regiones, con el fin de aprovechar los recursos que tienen a su alcance, los padres prefieren ofrecer a sus familias productos naturales, o no muy procesados tales como: leche fresca de vaca o de cabra, cereales, frutas y verduras.

En las zonas urbanas de la costa, la alimentación en el hogar está orientada a los mariscos, carnes rojas, pollo, arroz, menestras y el infaltable plátano verde (en todas sus variaciones). Estas comidas son acompañadas de jugos tropicales o gaseosas heladas. Por su parte en la sierra, los platos más solicitados son fritada, sancocho de chancho, vegetales, papas y granos, acompañados de limonada o alguna bebida caliente como la famosa agua de horchata.

Antojitos en el día 

Si hablamos sobre un lunch escolar, los niños prefieren ciertos snacks para el recreo. Sin embargo, a pesar de que los empacados se han convertido en un básico dentro de la lonchera infantil, los padres aún mantienen sus preferencias en frutas como: banana, mango, manzana, mandarina o uvas.

Así también, si de “matar el hambre” se trata, a la media tarde o a la salida del colegio, en la región Litoral preferimos un pan de dulce, una empanada, o una deliciosa tortilla de verde, acompañados de una bebida fría que nos refresque de nuestras altas temperaturas.

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En la región Andina, aunque la bebida varía debido al clima y las infusiones de hierbas son las favoritas, las preferencias en sólidos son similares: unas empanaditas de morocho, humitas o los famosos churros, son excelentes acompañantes.

Ciertamente, los niños deben recibir suficientes nutrientes que se adapten a sus necesidades y nuestro país tiene infinidad de recursos. Aprovechemos estos bienes para que los más pequeños estén saludables, brindando una alimentación balanceada para mantenerlos sanos, fuertes y felices.

Por Belén Proaño Serrano
Máster en Atención Temprana.

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