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Hay muchas de dudas que tenemos los padres respectos a nuestros hijos y principalmente respecto a si tiene problemas en su desarrollo o no.

¿Mi hijo se estará desarrollando bien? ¿Hay algo de lo que deba preocuparme? ¿Es normal que no logre realizar algunas cosas que otros niños sí pueden? ¿Cuándo debo pedir ayuda?

Todas estas preguntas suelen pasar más de una vez por la mente de un padre y no es para menos. Sabemos que cada ser humano es diferente y tiene sus propios ritmos pero también es cierto que hay algunos puntos o hitos de referencia que debemos considerar.

Cuando el niño es aún un bebé, los cambios se producen mes a mes de manera bastante evidente, pero llegados al año de edad, estos cambios se vuelven más imperceptibles y espaciados; es ahí cuando llegan mayores dudas de los padres acerca del tiempo prudente de espera para ver progresos madurativos.

 

 

Signos de riesgo

Entre los principales signos de riesgo están:

  • Excesiva irritabilidad.
  • Dificultad para aceptar cambios en las rutinas.
  • Emociones muy intensas.
  • A los 9 meses: no manipula objetos.
  • 12 meses: no apunta con el índice lo que desea.
  • 18 meses: no señala partes del cuerpo.
  • 24 meses: no obedece órdenes sencillas.
  • Otros aspectos: relaciones familiares conflictivas, padres con bajo coeficiente intelectual, presencia de enfermedades y/o dependencias.

Signos de alarma

Ten presente:

  • Ante la existencia de varios de los aspectos aquí mencionados, recurra a un especialista.
  • A los 3 meses: no hay control de la cabeza, mano en puño, no hay contacto visual y no sonríe.
  • 6 meses: piernas siempre tensas y estiradas, no emite sonidos, no busca el origen de los sonidos.
  • 9 meses: no parlotea y falta de tono muscular.
  • 12 meses: no se pone de pie, desinterés por el entorno, no logra tomar objetos con dos dedos.
  • 18 meses: no camina, no emite ninguna palabra con significado, no realiza juego de imitación ni demuestra interés por otros niños.
  • 24 meses: no obedece órdenes sencillas, no colabora al momento de vestirse/desvestirse, aislamiento, excesiva agresividad en las relaciones con otros niños, no garabatea, ausencia de atención.

 

 

¿Qué hacer si un niño presenta varios signos de alarma en su desarrollo?

  • Tome un registro de todos los aspectos que puede identificar, tanto las cosas que logra, como las que no.
  • Acuda a su pediatra, él es la primera persona que deberá evaluar la situación y de ser necesario solicitará exámenes o derivará a otros especialistas como puede ser un neurólogo, logopeda, audiólogo, etc.
  • Confíe en su instinto, si siente que no queda conforme con la apreciación del pediatra o especialista, busque una segunda opinión.
  • Recuerde que un aspecto importante a tomar en cuenta también es si el niño fue prematuro al nacer, lo cual significa que si nació un mes antes, también le tomará un mes más lograr algunas cosas.

 

 

Últimas recomendaciones

No descuide los controles pediátricos de rutina, son importantes para detectar y prevenir futuros inconvenientes.
Aproveche todas las oportunidades que disponga para estimular y potenciar las habilidades de su niño.

 

 

Escrito por: Andrea Velasco, Psicóloga. Correo: andreavelasco.psicologa@gmail.com

 

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