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Por Camila Valdivieso
Gerontóloga

Con el paso de los años, nuestras capacidades físicas no son las mismas. Es necesario tomar precauciones para vivir una vejez sin caídas.

 

Un miedo generalizado en personas mayores son las caídas.

La pérdida de visión, audición, debilidad ósea y muscular; desorientación espacial y los efectos secundarios de las medicinas son las principales causas de caídas. Hay causas con las que debemos vivir y aceptar como deterioro normal del cuerpo pero es importante conocerlas para prevenirlas o aminorar sus efectos y de esta manera disminuiremos los riesgos.

A continuación presento una lista de adaptaciones sencillas del hogar y cuidados de salud que todo adulto mayor debe tener en cuenta para disminuir el riesgo de caerse:

• Acudir al oftalmólogo mínimo una vez al año para prevenir o tratar cualquier problema en la visión.

• Visitar el optometrista dos veces en el año para revisar su medida de lentes y asegurarse que sean cómodos. El adaptarse a una nueva medida toma tiempo y es un momento de riesgo donde el adulto mayor debe pedir apoyo a familiares.

• Revisar su audición anualmente y evaluar su equilibrio.

• Detectar de manera oportuna la necesidad de un objeto de apoyo como: andador o bastón. Se recomienda el uso del bastón de cuatro patas con terminaciones de caucho para mayor estabilidad.

• Evitar encerar el piso y el uso de alfombras sueltas en casa

• Instalar barras de apoyo en el baño, dentro y fuera de la ducha

• Adherir al piso fuera de la ducha una superficie no resbaladiza, igualmente hacerlo al pie de la cama y al ingresar a algún espacio de la casa donde cambie el material del suelo.

• Colgar del cuello un pequeño bolso que contenga un celular con números de familiares en fácil acceso de marcado para llamar en una eventual emergencia.

• Ubicar campanas, timbres, pitos o bocinas en puntos clave de la casa como puertas, mesón de la cocina, velador y junto al lavamanos para alertar a vecinos o habitantes de la misma casa de una caída cuando no tenemos acceso a un teléfono. Debemos comunicar a vecinos sobre este sistema de emergencia.

• Reemplazar tinas por duchas, camas muy altas, aparadores excesivamente pesados y sillas inestables sin agarraderas. Se recomienda una casa donde haya espacio para moverse con tranquilidad.

• No cambiar de orden los muebles ni la disposición de la casa sin el consentimiento y conocimiento del adulto mayor que reside en ella. 

Todas estas recomendaciones deben ser conversadas entre la familia y el adulto mayor. Sentémonos una tarde a conversar de sus miedos y preocupaciones, también de sus propias propuestas para disminuir miedos y riesgos.

La familia debe acompañar a su adulto mayor en esta época de cambios, pero debe ser él mismo quien ejecuta estas estrategias para proteger su integridad física; esto empodera a esa persona, la hace dueña de sus decisiones y valida estos cambios haciendo de él, una persona que acepta cambios, busca adaptaciones y vive seguro y feliz junto a una familia que lo apoya, acompaña y admira.

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La pérdida de visión, audición, debilidad ósea y muscular, desorientación espacial y los efectos secundarios de las medicinas son las principales causas de caídas.

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