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Realizar dietas no supervisadas durante la tercera edad puede traer consigo muchos riesgos para la salud.

El papel que desempeña la nutrición en la tercera edad es muy importante, ya que ayuda a prevenir un mal envejecimiento. Cambios como la pérdida de apetito, la saciedad precoz o la disminución del gusto son propios de la vejez y pueden modificar la alimentación de la persona mayor, por lo que es vital vigilar la nutrición y no arriesgarse a hacer dietas sin supervisión médica.

La calidad del envejecimiento no es solo un asunto genético: la herencia corresponde a un 30%, mientras que el 70% restante está vinculado con el ambiente y el estilo de vida. Es por esta razón que es muy importante cuidar y satisfacer las necesidades del adulto mayor.

Cuidar la alimentación

Durante la tercera edad la alimentación debe ser equilibrada y tener en cuenta la actividad física y el gasto energético de la persona según su edad. Las grasas deben constituir aproximadamente el 25% del aporte nutricional total. Entre estas pueden estar: aguacate, frutos secos, aceite de oliva, etc.

Las proteínas deben representar un 20% de la dieta para preservar la masa muscular, la misma que disminuye considerablemente con el paso de los años. Por este motivo, se requiere un aporte de proteínas como carne, huevos y pescado. Si las contribuciones proteicas disminuyen, podrían alterar o empeorar el estado de salud del anciano y originar problemas en la piel  como úlceras por presión. Además, la pérdida de masa muscular conlleva a la debilitación del cuerpo.

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Los hidratos de carbono deben representar 55% del aporte nutricional total. Este tipo de alimentos pueden encontrarse en los cereales, las frutas, las pastas y las legumbres. Además de los alimentos integrales y avena que son ricos en fibra.

El agua es vida 

Las bebidas representan más de un litro de las necesidades del cuerpo y los alimentos aportan el litro restante. Con frecuencia, durante la tercera edad  se observa una baja en el consumo alimentario, que se correlaciona con una reducción significativa de la hidratación.

Como hemos mencionado, durante la vejez surgen muchos cambios en el cuerpo, por lo que para evitar problemas de salud hay que procurar  que nuestros ancianos y  quienes cuidan de ellos, estén al día respecto a estos requerimientos. En caso de encontrar irregularidades, se debe acudir a un especialista para así detectar qué carencias existen y dar una correcta solución.

Por Paola Pesantes
Nutricionista.

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