Compartir:

la niñez es una etapa fundamental en nuestras vidas… es por eso que debemos tener muy en cuenta la insensibilidad emocional en la infancia.

La ausencia de culpa, afectividad restringida, falta de empatía, indiferencia al castigo y manipulación de los demás para beneficio propio son características primordiales de la psicopatía en la adultez. Sin embargo, estos rasgos de insensibilidad emocional se pueden observar ya desde la infancia, en ocasiones desde tan temprano como los 2 años.

Ya que algunos autores consideran que la psicopatía en la adultez es un subtipo del trastorno de personalidad antisocial y está relacionada a una mayor tasa de delitos, reincidencia, crímenes violentos, agresiones sexuales graves y respuesta pobre a tratamientos (Romero, 2001; Långström & Grann, 2002), es importante tener claro cómo se presentan estos rasgos en la infancia y qué pueden hacer los padres y cuidadores al respecto.

 

 

¿Niños psicópatas?

El término “psicópata” está asociado a rasgos de personalidad y ya que ésta última continúa desarrollándose en la infancia y adolescencia, no se debe de hablar de “niños psicópatas”, sino de niños con rasgos de insensibilidad emocional o callo emocional (en inglés, callous unemotional traits). Estos niños pueden también presentar trastornos de conducta (TC), mas no todos los que presenten TC tienen rasgos de insensibilidad emocional.

¿Cómo puedo identificar rasgos de insensibilidad emocional en los niños?

Ten en cuenta lo siguiente:

  • Miente o engaña constantemente a los demás para beneficio propio.
  • No muestra culpa ni preocupación al hacerle daño a alguien más.
  • Le importa poco si se mete en problemas.
  • No muestra tristeza ni preocupación si le ocurre algo negativo a otra persona.
  • No aprende por medio de castigos (es decir, sin importar el número de veces que usted lo castiga, sigue realizando la misma acción).

 

 

¿Qué pueden hacer los padres y cuidadores?

En la edad adulta, la psicopatía se evalúa tomando en cuenta dos factores: interpersonal/afectivo (ej.: egocentrismo, mentira patológica, manipulación, falta de culpa, falta de empatía) y desviación social (ej.: tendencia al aburrimiento, irresponsabilidad, impulsividad, pobre control del comportamiento, delincuencia juvenil).

Mientras que el factor interpersonal/afectivo está relacionado mayormente con un componente hereditario, el factor de desviación social es mayormente adquirido y puede constituir una respuesta emocional a un ambiente difícil en la infancia, como conflictos parentales, rechazo, negligencia y castigos severos o inconsistentes (Davies & Beech, 2018).

Por lo dicho, las estrategias para prevenir la psicopatía y personalidad antisocial en la adultez se enfocan principalmente en prevenir el maltrato y educar en habilidades prosociales durante la infancia.

 

 

Intervenciones dirigidas a los padres

A pesar de que los rasgos de insensibilidad emocional a temprana edad son principalmente debido a causas hereditarias, no significa que no se los pueda ayudar. Un meta-análisis de 30 estudios que investigaron la relación entre la crianza, los rasgos de insensibilidad emocional y el comportamiento antisocial, concluyó que las intervenciones dirigidas a los padres son efectivas para reducir tanto los rasgos de insensibilidad emocional como el comportamiento antisocial en la juventud (Waller, Gardner, & Hyde, 2013). Las investigaciones que indagan el efecto de los programas de crianza en la disminución de estos rasgos aún son pocas y deben ser replicadas, sin embargo, los resultados parecen ser prometedores.

Recomendaciones a los padres

Algunas recomendaciones que pueden realizar los padres o cuidadores son:

  • Inicie con su ejemplo. Escuche a su hijo o hija y muéstrele afecto cuando no se sienta bien; no juzgue sus emociones y además exprese las suyas.
  • Proporcione recompensas o privilegios que lo motiven a tener un buen comportamiento.
    Ponga límites claros.
  • Tenga momentos de interacción donde se realice contacto visual y expresiones de cariño.
  • Enséñele habilidades prosociales.
  • Fomente el contacto visual durante el reconocimiento de emociones. Se puede utilizar fotos de personas que muestren diferentes emociones (ej. Tristeza, felicidad, ira, miedo, sorpresa y asco).
  • Fomente la empatía cognitiva haciéndole reflexionar qué podría estar sintiendo otra persona conocida o personajes ficticios. Por ejemplo, ¿cómo crees que se sintió tu hermano cuando…?, ¿Qué piensas que este personaje del cuento está sintiendo y pensando?, ¿Cómo sabes esto?

Si identifica uno de estos rasgos en su hijo o hija, no significa necesariamente que de adulto presentará psicopatía o un trastorno de personalidad antisocial. Para evaluar insensibilidad emocional o un trastorno de conducta en la infancia, un profesional de la salud deberá recopilar información a través de los padres, cuidadores y profesores, y, dependiendo de la edad del niño, también se le aplicarán instrumentos de evaluación a él. Este diagnóstico no debe ser utilizado para etiquetar al niño o niña, sino como una guía para comprenderlo y ayudarlo.

 

 

Escrito por: Psic. Cl. María José Arosemena, Máster en Salud Mental Forense;
Instagram: @psic.mariajoseab
Página web: psicmariajoseab.com
Correo: majosearosemena@gmail.com

 

Compartir: