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Gestionar una emoción es la habilidad de las personas de manejar los distintos tipos de emociones, ya sean positivas o negativas.

La importancia de educar en la gestión de las emociones…

Durante varias etapas de mi vida, la forma en la que expresaba mis emociones era nula, me costaba ponerle palabras, entonces usaba mi cuerpo, el cuál era el canal para expresarlas, aparecían como dolores de barriga o de cabeza, contracciones musculares, lo que estaba haciendo era usar un mecanismo llamado somatización, en algunas ocasiones se quedaba en mi mente dando vueltas como un bucle; en mi propio trabajo personal trabajo personal y terapéutico, obligatorio por mi profesión como psicóloga clínica, pude ir dándome cuenta como otras personas usaban el mismo mecanismo de defensa que usaba el de somatizar mis emociones.

En este camino de ir descubriendo como conectar con mis emociones, pude observar también como el día a día no permitía que esta conexión necesaria sea sencilla de realizar, sea por la urgencia en la que nos acostumbramos a cumplir las actividades cotidianas, la necesidad de siempre estar ocupados para sentir que estamos siendo productivos y que culturalmente se suele educar desde géneros, como lo expresa Glennon Doyle en su libro Indomable: “enseñamos a los niños que para ser hombres hay que valorar la riqueza y el poder por encima de todo y reprimir cualquier emoción que no sean la competitividad y la rabia”.

 

 

Terapia Enfocada en las Emociones (EFT)

Desde la EFT (Terapia Enfocada en las Emociones), modelo terapéutico donde considera que las emociones proveen información importante y guían el comportamiento, además es indispensable que las personas puedan experimentar/contactar con ellas, para elaborarlas y transformarlas de manera saludable, para una correcta regulación de estas frente a las situaciones diarias.

La EFT, nos explica también que frente a una reacción nuestra respuesta emocional es inminente, es imposible no reaccionar emocionalmente frente a lo que vivimos, la forma en como procesamos nuestras emociones se irá formando en nuestro crecimiento, como nos fueron enseñando los círculos de aprendizaje cercanos y la interacción con nuestros vínculos.

Cuando somos pequeños son nuestros cuidadores, (papá, mamá o persona responsable), tienen el compromiso de enseñarnos estrategias/herramientas para reaccionar de la manera más adaptativa frente a una situación con alta/baja carga emocional, con el objetivo de poder volver a la calma, es importante agregar que todos sentimos en niveles diferentes, cada uno de nosotros tiene un umbral de sensaciones, en donde la ayuda de nuestros cuidadores nos permite regularnos de forma saludable, como detalló en los siguientes ejemplos:

  • Enseñar respiraciones profundas.
  • Hacer consciencia de la emoción, ponerle nombre.
  • Reconocerla en el cuerpo (en que parte de tu cuerpo la sientes).
  • Ayudar con narrativas que permitan poner en palabra lo que están sintiendo.
  • Relato de cuentos o lecturas sobre el tema.

Conectarse y avanzar

Ahora, lo que puede surgir durante este camino de enseñanza es que algunos adultos no sepan cómo hacerlo porque les cuesta poder conectarse con sus emociones, ya que ellos no tuvieron este aprendizaje en alguno de sus ambientes de crianza, ¿Cómo ayudar a otros si para uno mismo puede ser un proceso difícil?, te detalló algunas formas en como puedes iniciar esta conexión en etapa adulta:

  • Ser consciente de tus emociones, observándolas y sabiéndolas identificar, poniéndoles “nombre”.
  • Cómo sentimos las emociones: ¿qué me dice mi cuerpo? (palpitaciones, dificultad para respirar), ¿qué me dice mi mente? (“esto es peligro para mí”), ¿cómo reacciono? (salgo corriendo, lloro, río, etc.).
  • Identificar que nos ha llevado a sentirnos así: ¿ha sido un comentario que se nos ha quedado dando vueltas en la cabeza?, ¿ha sido un pensamiento?, ¿ha sido una noticia?, ¿qué función tiene esa emoción que se ha producido a raíz de esa situación?, conócete y busca porqué te sientes así.
  • Solicitar soporte profesional es fundamental para aprender hacerlo en compañía.

Reconocer y gestionar nuestras las emociones nos va a dar una educación completa, nos va a permitir comunicarnos mejor, adaptarnos a las diferentes situaciones de la vida con mayor confianza, mejorar la empatía porque aprendemos a reconocer nuestras emociones, lo que hace factible hacerlo con la de los demás, lo que beneficiará en nuestra interacción con los otros para crear vínculos saludables.

 

 

Escrito por: Psi. Paulina Gaibor Espinosa. Celular: 0991183942.

 

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