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¡Peligro! Hay una gran verdad: cuando estás ovulando, sos capaz hasta de llamar al que te mandó a terapia por dos años.

Muchas veces, nuestro sistema hormonal nos juega una mala pasada. Todas estamos atadas a los síntomas físicos, emocionales y cognitivos que plantea cada fase menstrual. Debemos conocerlos para gestionarlos del mejor modo y no cometer errores impulsivos, errores que durarán sólo unos días, pero que tal vez tengamos que lamentar por muchos más. Que nunca tengamos que decirle a alguien: “No, disculpa en realidad no me gustabas tanto: sólo estaba ovulando”.

 

 

¡Hablemos de la etapa de la ovulación ya!

La ovulación es el paso previo al embarazo. El óvulo se emancipa de tus ovarios y viaja hacia las trompas de Falopio, donde se queda unas pocas horas en espera de un espermatozoide dispuesto a fecundarlo.

Está marcado por el ciclo menstrual; si se tiene en cuenta que este suele durar 28 días, la ovulación sucederá hacia el día 14, contando desde el primer día del periodo. Este es el momento de mayor fertilidad de la mujer y es la fase ideal para concebir un bebé.

Ahora, durante estos días también suceden ciertas cosas extrañas. Por lo general, asociamos cada etapa del ciclo de la mujer a fertilidad y embarazo, pero la realidad es que el cuerpo femenino es tan extraordinario que no se limita a su maravillosa capacidad de gestación. En cada ciclo hay un misterio por descubrir, y sobre todo, ¡por disfrutar!

Los altibajos mensuales en el apetito sexual femenino están ligados a los cambios hormonales. El apetito sexual está en su punto máximo cuando comienza la ovulación. Luego, la mujer es menos receptiva a las iniciativas de su pareja, o a estímulos del entorno, ya que su apetito desciende a su punto mínimo poco después de que ha ovulado.

 

 

La cumbre del deseo sexual femenino

El deseo sexual femenino alcanza su cumbre cuando hay más probabilidades de embarazo. Los culpables de todo este maravilloso lío: los estrógenos y la progesterona. Los estrógenos, sencillamente, son el grupo de hormonas que provoca el deseo de tener sexo. Durante la ovulación se produce un pico estrogénico, y esto desencadena un mayor deseo sexual.

Esos estrógenos aumentan sus características femeninas, por lo que la mujer puede auto percibirse o sentirse más atractiva, extrovertida y divertida. Por eso es que en esta etapa queremos conquistar o ser conquistadas, ya que un aumento de estrógeno causa un aumento de la libido, es decir, del deseo de sentir placer. Y no solo en el sentido de explícito de placer sexual, sino el placer de ser cortejada, de salir a la conquista, del contacto con el otro…

En fin: sentimos placer por el simple hecho de sentirnos deseadas, ¡y eso es lo que buscaremos! Y decir “buscaremos sentirnos deseadas” no implica que salgamos a la calle como lobos feroces extremadamente sexys: “deseadas” también significa “admiradas”, “amadas”, “exaltadas”.

Ocurre que a veces reducimos el deseo a lo sensual y sexual, cuando es mucho más profundo; se trata de conectar con el otro, de tocar el alma de la otra persona, de dejar ver lo maravillosas que podemos ser en completitud. Una mujer que está ovulando es una mujer segura y extremadamente atractiva.

 

 

¿Y después…?

En contrapartida, una vez finalizada la etapa de la ovulación, comienza el período de premenstruación, donde los ovarios inician la liberación de la hormona de la progesterona, el gran enemigo de la libido. Esta actúa como una señal de “ALTO” al deseo, y es responsable de que la mujer esté menos predispuesta a la relación sexual. Un aumento de progesterona puede causar una disminución del deseo.

Y acá es donde muchas veces caemos en cuenta de que muchas de nuestras acciones anteriores fueron bajo el efecto de la ovulación y el pico estrogénico (¡ups!, espero que no le hayas escrito a tu ex, ni le hayas dado la oportunidad al que sabes que no te gusta, pero corteja muy bien).

En simples palabras: Los estrógenos tienen un efecto positivo en el apetito sexual. Acto seguido, la producción de progesterona puede hacer que el deseo disminuya. Por eso, hombres, comprendan que no somos “histéricas”, solo sucede que a veces estamos bajo el efecto hormonal. Pero tranquilos: somos cíclicas, hay que aprender a leer y disfrutar cada fase.

 

 

¿Cómo entender y disfrutar este cambio hormonal en el contexto matrimonial?

El deseo sexual de esta fase necesita expresión emocional con mucho placer físico. La combinación perfecta en esta etapa es romance y sensualidad. Nuestro cuerpo se está preparando para gestar; por eso nos volvemos más maternales y enfocadas en la relación de pareja, y necesitamos una muestra de compromiso por parte de nuestro esposo.

Buscamos estabilidad y seguridad, pero además, necesitamos ser consentidas. Por eso, a vos, esposo, te aconsejo que la invites a cenar al lugar que sabes que le gusta, que le compres lo que sabes que tanto quiere, o algún dulce, lo que sea… Pero encuentra un detalle que la haga saber que estuviste pensando en ella, y que deseas consentirla. Pon tu habitación de manera romántica con flores y velas, no apresures la intimidad, tomate tu tiempo. Elijan posiciones sexuales en las cuales puedan verse cara a cara y usen ese tiempo para acariciarse y abrazarse.

Es importante conversar, compartir y tener mucho juego erótico antes de la intimidad sexual, para poder sentirse plenamente satisfechos.

La ovulación es un periodo fértil, y la naturaleza de alguna forma intenta decirnos que debemos hacer algo con eso. Pero si embarazarte no es lo que buscás, ya sabés exactamente cómo podés usar esa energía sexual extra.

Si estás soltera, disfrutá el placer de sentirte extrovertida, divertida, y deseada; y trabajá en vos misma para que eso no quede solo en una etapa con fecha de vencimiento: ¡podés sentirte así de linda todos los días! Apuntamos a que aproveches el impulso de la ovulación para emprender nuevos retos que potencien tu vida.

 

 

Solo que, ¡OJO! No actúes sólo por impulsos

No olvides pasar tus acciones por el filtro de lo racional. ¡Seamos responsables con nuestros sentimientos y con los ajenos! Cuando tengas mucho deseo de llamar a tu ex o de concretar una cita que ya habías descartado, mirá dos veces tu calendario menstrual.

Y en el matrimonio, no se abstengan de disfrutar plenamente la intimidad sexual en este momento, ya que esto fortalece el compromiso emocional de la pareja, y potencia exponencialmente la autoestima sexual de su intimidad.

 

 

Escrito por: Pepy Echeverría, Docente (profesora de matemática) y Especialista en Sex Coaching. Coordinadora de la Fundación “Impulsando Vida” y Preventora de abuso sexual infantil. Vía amafuerte.com

 

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