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Manuel Fernández, director del centro especializado en medicina reproductiva IVI Sevilla, es testigo de que las mujeres esperan cada vez más años para ser madres y acuden a la ciencia y tecnología para conseguirlo. “Es una tendencia en aumento. Lo que hoy parece una revolución, mañana será un hecho normalizado”. Prueba de ello es que empresas como Apple o Facebook han anunciado recientemente que pagarían la congelación de óvulos de sus empleadas.

Al margen de cuestiones éticas y demográficas, la mujer debe tener en cuenta que al retrasar un embarazo “quizá se quede en el intento por una cuestión de infertilidad”, asegura.

Los riesgos de asumir la primera gestación a partir de los 40 años, los resume el director del IVI en dos palabras: cantidad y calidad.

A partir de los 35 años, “la mujer sufre un deterioro importante respecto al número de óvulos que produce su cuerpo, efecto que será muy acusado entre los 38 y 42 años —explica—. Es decir, las posibilidades de lograr una fecundación se reducen considerablemente”.

Del mismo modo, desde los 38 años crece de forma muy significativa la posibilidad de que el embrión padezca anomalías cromosómicas, la más conocida es el Síndrome de Down, así como abortos. La causa está en que a más edad, inferior calidad del óvulo.

Vía ABC

 

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